Como si fuera la última vez

Prólogo

Había intentado ser comprensivo por que ella estaba embarazada pero esto era suficiente. No podía seguir con ella y menos después de lo que había hecho.

Las discusiones con ella no terminaban y parecía que jamás terminarían. Estaba cansado.

-¡Siempre estás en el trabajo!- grito- ¡¿Crees que como la mujer que soy no necesito de un hombre que me de lo que quiero?! ¡Algo que tu no puedes darme!

Lo miré sorprendido por lo que me decía.

-Así que lo admites, me fuiste infiel.

Estaba intentando mantener la compostura, respirar hondo y asegurarme de no alzar mucho la voz para no asustar a la bebe dentro de ella.

-¡Claro que lo admito! ¡Y te sería infiel todas las veces necesarias!

En ese momento, un líquido cayó al suelo y ella me miraba entre asustada y sorprendida, yo la mire igual.

¡Mierda! Había roto fuente.

Condujimos hasta el hospital donde la llevaron en camilla hasta una habitación, yo espere afuera durante horas hasta que la enfermera salió con una sonrisa.

-Una hermosa niña, muy saludable- informó.

-¿Puedo entrar?

Ella asintió y yo entré completamente entusiasmado, en la camilla se encontraba esa mujer y mi hija, ella la miraba con asco mientras la pequeña no paraba de llorar.

-¡Maldita niña, cállate!- su grito solo intensificó el llanto de la pequeña.

Me acerque y cargue a la niña en brazos, al verme se tranquilizo y le sonreí.

Creo que nunca había amado tanto a una mujer hasta que cargue a la niña en mis brazos.

-Abryl, ese será tu nombre.

Días después les dieron de alta a las dos y volvimos a casa.

Me había ausentado tanto en el trabajo que ya era momento de que vuelva, así que las deje en esa inmensa casa y fui a mi empresa.

Todo era un caos pero aun así podía controlar todo pensando en mi pequeña hija y que en unas cuantas horas volvería a verla.

Cuando volví a casa todo estaba apagado y escuchaba un llanto de bebe. Entre lo más rápido que pude, encendiendo luces por donde quiera hasta llegar a mi habitación donde se encontraba una cuna y dentro mi hija llorando. Meredith había desaparecido.

No debía ser muy inteligente para saber que la mujer nos había abandonado.

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En efecto peques, la sorpresa era un nuevo libro

💫Como si fuera la última vez💫

Suena muy dramático, ¿No?

Recuerden que los quiero mucho ❤️

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Yo soy Jankyng y esto sería todo por hoy 🐇🥕