El novio de Draco Malfoy ⎯⎯ ୨ DRARRY ୧ ⎯⎯ oneshot

Parte Unica

El Niño-que-vivió derrotó definitivamente a Voldemort con apenas un año de edad, Harry Potter el salvador del mundo mágico había sido criado y adoptado por los mejores amigos de sus padres, Remus Lupin y Sirius Black, este último siendo su padrino.

El cual casi fue encarcelando injustamente sino fuera por que Peter Pettigrew se había entregado luego de delatar el escondite de los Potter y siendo mandado a Azkaban por ello.

La magia le hacía cosquillas constantemente, desde muy pequeño siempre fue un niño muy mágico, muy poderoso, sus padres adoptivos realmente aseguraban constantemente que era el gran legado de Gryffindor y como había nacido para ser un gran niño valiente. El rojo y el dorado cubrían la mayor parte de la casa, especialmente su habitación que estaba inundada de los colores de la casa de los leones.

— ¡Harry! ¡Apresúrate, ya nos vamos!  — El niño de ocho años termino de intentar acomodar su cabello, fallando, y bajo rápidamente por las escaleras. "Ya estoy aquí papi" — ¡Ah, pero mira que bien te ves! — Comentó Remus.

Llevaba un traje sastrero blanco con detalles dorados en los botones, las mangas y la pequeña corbata, su túnica del mismo color que su traje llegando hasta su cintura, lo que hacia verlo lucir como todo un principito.

La familia iba en camino hacia Malfoy Manor, donde se estaría celebrando la fiesta de fin de año del Ministerio, como Sirius era Jefe de Aurores, Remus tenía un lugar en el ministerio en el Departamento de Seguridad Mágica ¡Y claro! ¡Harry Potter era el salvador del mundo mágico! Eran obviamente invitados especiales de la velada de cada año.

— Recuerda Harry, nada de descortesías, se educado y si alguien te incomoda, de forma respetuosa te retiras amablemente, a los amigos cerca y a los enemigos aún más. — Dictó Sirius.

— Si, papá.

— Menos a los Malfoy, a esas serpientes hay que tenerlas lejos. — Siseó, Remus lo reprendió y le dijo a Harry que no escuchara a su padrino, que no tenía que hacer diferencias.

Llegaron a la mansión apareciéndose en la entrada, muchos lo saludaron con entusiasmo y alegría, rápidamente encontró a su mejor amigo junto a los bocadillos, como siempre, con una túnica un tanto ridícula que lo hacía ver gracioso, sin embargo eso no lo mencionó, pues Ronald era bastante susceptible con esas cosas, ademas eso no sería muy cortes de su parte.

No pudieron charlar mucho por que Harry todavía tenía que saludar al ministro y claro, al dueño de la mansión.

— Harry Potter — Llamó, el de ojos verdes lo vio con sorpresa, Lucius Malfoy apareció en su radar, había oído mucho sobre el hombre, sus padres lo detestaban (Mas bien Sirius) Pues fue uno de los Mortifagos más leales del Señor Oscuro, pero nunca se lo había imaginado así, el hombre era alto con gesto amable y el cabello rubio casi blanco atado en una coleta que le llegaba hasta un poco menos de la cintura. — Severus me ha hablado solo maravillas sobre ti. — Con la mención de aquel nombre, Harry había sido comprado rápidamente por Lucius.

— ¿Usted conoce a mi tío Sev? — Preguntó entusiasmado, el hombre mayor asintió con una sonrisa iba a agregar algo pero fue interrumpido por alguien que Harry ni siquiera había notado hasta ahora.

— ¿Tu eres Harry Potter? — Lucius se rió ante la interrupción de su hijo, que le habló a Harry con mucha intriga en su voz, si bien lo reprendería en otra situación por no mostrarse como digno heredero de los Malfoy, interrumpiendo y siendo demasiado directo con el salvador del mundo, no podía culparlo.