YO TE QUIERO-(PABLO GAVI)

EXTRA 2: TE DA MIL VUELTAS

Este extra es de cuando Javi apareció para conocer a la niña, exactamente cuatro meses después del parto.

*Aurora*

-¿Dónde vais tan guapas?-me preguntó mi madre al bajar las escaleras con Ayelén en brazos.

-Pedri va a pasar a por nosotras-le dije dejando a mi hija en el carrito justo cuando sonaba el timbre de casa-debe ser él-le dije con una sonrisa y fui a abrir mientras ella se quedaba con la niña.

Sin embargo, la sonrisa se me esfumó cuando el que estaba detrás de la puerta no era Pedri, sino Javi.

El me miraba con los ojos nerviosos, lo conocía demasiado bien, y yo ahora mismo no sabía como reaccionar.

-Hola-dijo al fin con media sonrisa.

-Que haces aqui-le dije tajante cuando pude reaccionar y el suspiró nervioso.

-He venido a verte-rectificó al instante-a veros, a las dos-dijo nervioso.

-¿Ahora?-Le dije sarcástica mientras mis ojos se llenaban de lágrimas sin poder evitarlo y mi madre se asomó a la entrada.

-¿Quién es Auro...-se calló al ver de lleno a Javi.

-Aurora, no puedes negarme el ver a mi hija-dijo al ver que a mi cada vez me costaba más respirar.

-¿A tú hija? ¿A esa que tiene cuatro meses y que aún no conoces? ¿A la que abandonaste por miedo cuando todavía la llevaba dentro? ¿A esa hija te refieres Javi?-le pregunté y el suspiró nervioso.

Mi madre llegó hasta mi poniendo una mano en mi hombro.

-Aurora, déjale pasar a verla hija-me dijo y yo suspiré cabreada.

¿Venía después de cuatro meses a que?

-Pasa-dije cerrando la puerta cuando el pasó.

Agradecí enormemente que no estuviesen ni papá ni gavi, porque no me hubiese imaginado la que se hubiera formado.

Él se acercó al carrito de la niña, y sonrió al asomarse.

-Hola pequeña..-susurró cogiendo su manita-es igual que Gavi-dijo con una sonrisa y yo asentí.

Es verdad que mi hija era clavada a mi hermano, y cada día que pasaba se parecían más.

-¿Puedo cogerla?-me preguntó y yo asentí.

En cuanto la cogió la niña empezó a llorar, y justo en ese momento el timbre de casa sonó, yo a estas alturas ni siquiera recordaba que pedri venía a por nosotras.

Asique le cogí la niña para intentar calmarla.

-En la cocina está su chupete, ¿Puedes ir a buscarlo?-Le pregunté y el asintió entrando en ella justo cuando mi madre le habría la puerta a pedri.

Al verle el mundo se me cayó al suelo y mis nervios aumentaron. El al ver a la niña llorar andó hasta mi después de dejar dos besos en la cara de mi madre.

-¿Qué le pasa a la cosa más bonita del mundo entero?-preguntó mirando a la niña para posar un beso en mis labios.

Me quitó a la niña de los brazos dejando besitos en su cuello, y la niña empezó a reír calmándose al instante en los brazos de él.

Era normal, estaba acostumbrada a él porque aunque no fuese su padre, la trataba como tal y la veía todos los días.

-¿Te encuentras mal cariño? Tienes mala cara-me dijo preocupado.

Ni siquiera me dio tiempo a contestar cuando algo en sus ojos cambió al ver a Javi salir de la cocina con el chupete de Ayelén.

El andó hasta nosotros y sonrío en dirección a pedri nervioso.