Seven days...

¿Porque eres así? ¿Quieres que te despida?

Mi nombre es Jeon jungkook, tengo 25 años y trabajo para Calvin Klein como modelo principal, además también trabajaba como administrador y CEO pues mi padre difunto me heredó la empresa.

Todos me tenían gran respeto y se podría decir que algo de "miedo" por así decirlo pues yo era una persona agradable pero me gustaba hacer las cosas bien y era bastante estricto con las cosas de trabajo.

Tenía muchas fans y siquiera podía salir a la calle sin que una chica desconocida se me acercara y me dijera "¡¿OYE TÚ ERES JUNGKOOK?! ¡¿EL MISMÍSIMO EMBAJADOR DE CALVIN KLEIN?!" Ya estaba acostumbrado.

Un día no diferente a los demás en mi rutina estaba sentado en la silla principal de mi oficina, estaba apunto de encender un cigarro cuando de pronto entro a mi oficina sin avisar mi secretaria, era alguien con quien casi no cruzaba palabras, pero lo que sabía era que cada vez que hablábamos o algo por el estilo terminábamos siempre en una discusión y Jøder, no podía negar que esa mujer se veía atractiva enojada, o sea, no es que no se viera atractiva todo el tiempo, es que... ¡Carajø! Simplemente... ella era hermosa, y no podía negar que sentía una pizca de atracción por ella, pero estaba mal pues según yo ni siquiera era mi tipo, pero no me iba a dejar llevar por mis sentimientos, así que para que la pequeña pizca de atracción no se convirtiera en un abundante mar la trataba mal, me gustaba hacerlo y ver cómo se enojaba, ademas no es que me cayera de la mejor manera, aunque me atrajera, me caía mal, así que tenía razones para tratarla mal.

—Buenos días, sr. Jeon, mire le vine a traer estos papeles que tiene que leer y firmar... y también lo quieren en la sala de juntas en 10 minut...— Decía mientras se acomodaba sus lentes a lo que yo la miraba fijamente e interrumpí.

—Deja los papeles encima de mi escritorio y vete.— Dije mientras le daba una calada al cigarro e soltaba el humo hacia arriba, pude notar como me miró y sus cejas se fruncieron levemente, tenía cara de "¿es que no le importa su trabajo, Jeon?" Y probablemente me diría algo similar.

—Discúlpeme pero es de mala educación interrumpir a las personas cuando están hablando.— Dijo e hice caso omiso, me reí de ella y mientras me levantaba de mi asiento noté como miraba mis labios y el cigarro en medio con cara de asco.

—¿la señorita perfecta nunca ha visto un cigarro o que?— Dije con sarcasmo y me empecé a acercar a ella.

—Si, he visto muchas personas fumando, como usted no se imagina, y de hecho a mi me parece repugnante.— dijo y me percaté de que daba pequeños pasos hacia atrás a medida que yo avanzaba hacia ella.

—Tu voz me enferma, pon los papeles encima del escritorio y lárgate si no quieres que te haga calar el cigarrillo.— Dije porque sabía que ella odiaba que le diera órdenes

—¿SABE QUE? PONGA LOS JØDIDØS PAPELES EN EL ESCRITORIO USTED MISMO, YA ME HARTE.— Dijo y después me puso los papeles en las manos, lo cual hizo que se me cayera el cigarrillo al piso y lo pise rápidamente.

—¡¿QUE CARAJØS?! ¡¿MALDITA SEA?! ¡¿PORQUE ERES ASÍ, QUIERES QUE TE DESPIDA O QUE?!— Dije enojado por la situación, ella me hizo caso omiso y salió de la oficina dando un portazo, dejándome con la palabra en la boca, jøder.

Frustrado por la situación de hace poco me senté en mi silla y deposité los papeles en el escritorio, vi una botella de agua que estaba en el piso por la mitad y la bebí pero enseguida la escupí, sabía rara pues al parecer había estado varios días ahí.

Holaa! Hasta aquí la parte de hoy, de ahora en adelante actualizare esta historia los miércoles y los sábados, espero sea de su agrado, chaito!💞