Cap 35

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Era muy temprano cuando caminaba por el bosque, trato de no resbalar por el lodo. Sus padres caminaban unos pasos adelante, Nissa grito de felicidad cuando le mencionaron que podría acompañarlos a llevarla de regreso al castillo. Sintió como la túnica que llevaba por el frío se enredada en un arvñbusto lleno de espinas.

-Nissa la sacará de ahi- con un chasquido la tela fue soltara y resparado de los cortes de la punta de las espaldas. Eris le agradeció, vio que sus padres se alejaran un poco más para tomar la mano de la elfina, ambas se sentían muy felices. Observo cómo humo se perdía en el cielo, sintió un sacudida en su pecho al saber quee dtaban cerca de la caballa de Hagrid. -Nissa fue muy feliz este pequeño tiempo con su amita- trato de mantener la calma para no derrumbarse enfrente de la chica.

-Igual que yo-

Caminaron en el claro de los terrenos del colegio, sus padres cubrían sus rostros como aquella vez en que los vio después de tanto miedo. Camino por el conocido lugar. Escucho una discusión un poco lejos de donde estaban. Siguieron la voz, varios profesores estaban reunidos junto a varios alumnos de sexto y séptimo. Sus padres detuvieron su andar ocultándose por unos arbustos, Eris y Nissa estaban cubiertas donde podían observar bien.

-Profesora ya buscamos por todos lados- decía un chico de la casa de los Leones-

-Pregunte a varios fantasma y mencionaron que no la han visto desde la celebración de ayer-

La profesora McGonagall con cansancio temía que algo le hubiera sucedido a su alumna.

El profesor Horace que dirigía al equipo de búsqueda de Slytherine estaba avergonzado de perder a un miembro de su casa, aquella mañana cuando una chica del dormitorio reportó como Rellish no había aparecido esperaba enserio que estuviera en la enfermería, con horror su deseo no fue escuchado.

-Hemos buscado en todos lados- la voz molesta de Snape llamo la atención de todos -Rellish siempre tratando de llamar la atención- paso su mano por su rostros, miro a la profesora McGonagall -Insisto en buscar dentro del lago- varios miembros de varias casa y profesores jadearon al escucharlo.

-¡Señor Snape no creerá que ella! - hablaba indignada la profesora.

-Solo estoy dando una alternativa- la miro fijamente.

-Mi sobrina no está muerta- hablo molesta Meridia, sus ojos estaban rojos del llanto, su pelo desordenado y su ropa sucia- miro al hijo de Eileen mientras se acercaba hasta la profesora. El director la tenía sostenida del brazo.

-Severus no digas esas cosas- decía Lily

-Pudo escaparse- sususrro una chica de Slytherin

-Ella jamás lo haría, conozco muy bien a Eris- dijo firmemente -No haría nada para lastimar a su tía.

-Si la conoces tan bien deberias considerar mi sugerencia de que escapo- se acercó -Ya se te olvidó cómo la dejaron de lado tú y el chico de Ravenclaw- sonrió con burla -Y todo por tener una amistad tan... - vio directamente a Lily, no pudo seguir ya que Alice estaba por darle una cachetada y Severus intentaba tomar su varita.

Eris vio todo esto, sintió terrible odio. Le dolía aquella frase pero era cierto.

"Después de tanto tiempo y dedicación te dejaron de lado"

No quería que ambas casa ya con muchos problemas se pelearán, soltó de la mano de Nissa y sin miedo se acercó.

-¡No te atrevas a levantarme la mano, hipócrita! -

-¡Basta ustedes dos!- se cerco la subdirectora tomando con Horace a las chicas.

-¡No hables de Lily!- grito Severus, James y su grupo lo miraron a punto de matarlo. Meridia captó algo perceptibles en esos ojos negros del chico.

Un gran estruendo de fuegos artificiales los detuvo, una varita apuntaba hacia el cielo. Su dueña miraba muy molesta a todo mundo. Camino con firmeza hasta su tía.

-¡Eris!- la sacudió de los hombros -¡Que te pasa, primero lo de la libreria y ahora esto! -

La chica no mencionó nada.

-Esto es inaceptable, señorita Rellish nunca creí que usted rompería las reglas- la profesora McGonagall trataba de mantener la calma -Sabe bien el reglamento, mínimo tres días de expulsión-

Meridia trataba de entender porque Eris se había alejado. Casi led a un infarto cuando recibió la lechuza del director.

-Fue nuestra culpa- todos miraban espantados a aquellos seres que salían todos cubiertos -No podíamos perder la oportunidad-

La silueta más baja levanto los brazos para dejar caer la capucha.

-Es mi hija Meridia-
La nombrada soltó a su sobrina, tenía el rostro pálido, ante ella se encontraba Adhara y Arzhel. Sintió que perdería el equilibrio, su sobrina estaba muy callada viendo a los presentes. Nissa estaba au nos pasos atras con las orejas caídas de la tristeza.

-Ella no quería ir- se acercó hasta estar enfrente de su hermana -Ya es tiempo- le susurro.

Todos los profesores estaban asombrados a excepción de Albus Dumbledore que miraba sin expresión a la pareja. Los de Slytherin miraban admirados como una de las familias más importantes estaban ante ellos.

-Director- fue un saludo frío. El nombrado inclinó la cabeza como aceptación.

-Todos vayan adentro- dio la orden que rápidamente realizaron. La profesora dudo, ante ella Meridia temblaba por lo que su hhermana le había dicho. Estaba muy lejos para haber escuchado. Con frustración camino dándoles la espalda.

-Adhara- parecía irreal -Eris no puede... ella.... -

-Hiciste un pactó, ahora cumple- dijo para caminar deprisa de regreso a su hogar. Su esposo quedo viendo a su cuñada un poco más hasta comenzar a caminar.

Eris con tristeza vio a Nissa caminar siguiendo a sus amos.

Meridia ya solo miraba dos puntos a lo lejos. No quería mencionar nada por lo que comenzó a caminar junto a su sobrina hasta el castillo.

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