capítulo 2.

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En ese momento, me levanté de la cama y me dirigí a la entrada. Antes de salir, me despedí con un beso en la mejilla con mi mamá, abrí la puerta lentamente, volví a ver por última vez a mi madre y salí.

Caminé por las calles del condominio como un niño de 8 años, mirando todo a mi alrededor, con la mirada inocente y tranquila, disfrutando del cantar de lo los pájaros, dirigiendome hacia el pequeño parque. Pasaba por las casas saludando a algunos vecinos con los que me topaba, se sentía bien volver a ver a todas esas personas y el día era hermoso, debí haber salido hace mucho.

En cuanto llegué al parque, recorrí todo el lugar, estaba vacío y solitario, no había nadie más que yo. Me paseé por los alrededores, esperando, no sé qué, pero simplemente esperaba. Me cansé de caminar y me senté en unos de los pequeños bancos que había en el lugar . Encendí mi iPod, me coloqué los audífonos y escuche música. Volví a escuchar la canción Love Somebody, me ponía de muy buen humor, y pensaba en lo que me dijo mi madre. ¿ En verdad encontraría a mi alma gemela aquí, este mismo día? Eso era lo que esperaba.

Al término de la canción, pensaba en irme y dejar esas tonterías de las almas gemelas, pero en ese momento, alguien se acercó.

Pensaba que era una chica, pero cuando lo observé detenidamente, resultó ser un chico. Parecía de mi misma edad . Tenía un hermoso y sedoso cabello negro oscuro muy brillante, me gustaba como lo llevaba, largo y lacio, pero con algunos cabellos rebeldes que le daban una personalidad única. Traía un piercing en la ceja derecha, estaba maquillado con sombra negra pero le quedaban bastante bien. Su nariz era perfectamente fina y tierna Más abajo se encontraban unos labios de color rosado pálido, tan sensuales y apetecibles, que al momento que los vi , me dio ganas de comérmelos a besos.

Pasé mi lengua por mis labios al pensar en besar esos labios tan increíbles, Tenía rasgos perfectamente finos, que lo hacían ver como un ángel. Por desgracia, no logré ver sus ojos, por que estaba cabizbajo y miraba al suelo.

Traía una chaqueta negra ajustada, pantalones plomos y relucientes botas negras. Él se veía muy bien. Quería decirle algo, hablarle un poco. Tanta belleza me había fascinado, quería saber quién era. Pero no lograba hablar, estaba bajo un gran hechizo que se me trataba la lengua.


Se sentó en el banco que estaba al lado mío, creí poder verle los ojos, pero aún no los veía, seguía mirando hacia abajo. - >>Es tu oportunidad Tom , dile algo, cualquier cosa>> - me dije a mi mismo. En eso, las palabras se me salieron de la boca por si solas como balas, rápidas y jamás regresan.

—Hola — dije con voz ronca. Rodó sus ojos hasta mi. Y allí estaban, sus hermosos ojos color miel que tenían un brillo tan inimaginable que hechizaban al momento en que los mirabas.

— Ho-la — respondió con voz muy timida.

— ¿ Quién eres? Jamás te había visto — Esperé su respuesta, quizás estaba nervioso y tímido, porque yo era un perfecto extraño para él, así como él para mí.

— Soy ... Bill, Bill trümper — respondió nervioso.

—Mucho gusto Bill Trümper, yo soy Tom , Tom Kaulitz. Dime, ¿ puedo decirte Bill ? — dije mientras le extendía la mano esperando que él me dé la suya. La miró por un rato, y luego la tomó.

— Si , claro — dijo aún tímido. Esto era vergonzoso, porque él era demasiado tímido y yo era como un mono desesperado por una banana . Me sonrojé un poco y luego di un leve suspiro.

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