Monstruo

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Maximiliam

Desde que nací, nací para destruir, para matar, para convertir todo en cenizas y ruinas, con ese pensamiento fui criado por mi padre, basura humana que no merece ser llamado así, no soy un santo, pero tampoco condeno a un niño desde el momento en que nació, a una vida de completa sangre y muerte.

Mi familia es líder de los negocios más turbios que te puedas imaginar, desde tráfico de drogas, armas, juegos clandestinos en los casinos y la prostitución, eso sí, desde que me deshice del bastardo de mi padre, la prostitución quedó anulada del mapa.

Nunca estuve de acuerdo con que se tratara así a las mujeres, tengo una abuela, una tía, una hermana y una prima que no me gustaría llegar a ver en ese tipo de situación, es una pena que dos de ellas no lo aprecien y me traten como un maldito lunático.

Mi familia desde que descubrieron la verdadera razón tras la muerte de Charles mi padre me tratan como la peste, es por eso que decidí largarme de la mansión de los Jardines Blancos y vivir en mi propio espacio, sí, es solitario, pero al menos ahí nadie tiene miedo de que en cualquier momento les salte encima.

A veces pienso como serían las cosas si mi madre estuviera aún con vida, talvez mi relación con Nicholas fuera distinta, talvez los dos actuaríamos como verdaderos hermanos y no quisiéramos matarnos cada vez que nos vemos a como hacemos todo los días que tengo que ir a su estúpida mansión para checar algunas cuentas con el tío Dominic, este es el que más trata de llevarse bien conmigo, aprecio el esfuerzo pero es más que obvio que me tiene miedo, incluso cada vez que llego a la mansión evita que pase un momento con su hija.

Si supiera que la pequeña Anastasia era la única razón por la que frecuento ese lugar y digo era, porque la mujer de ojos color musgo que tengo observándome muy seriamente en este momento se ha convertido en una razón más para visitar la mansión de mi abuela.

Sonaré como un maldito idiota, pero desde aquel almuerzo donde llegué de improvisto a comer y la vi por primera vez, no he podido olvidarme de esos ojos.

Nunca antes me había llamado tanto la atención una mujer, por lo general las evito, Jennifer una vez me dijo que talvez era gay, bueno después de haber visto los increíbles pechos de la señorita Fiorella descarto la posibilidad de que me atraigan los hombres.

Aparte de Anastasia, la única otra persona que realmente me quiere y estima en la mansión es Jennifer, ella me conoce desde que teníamos quince años, pareciera que ella fuera mi verdadera hermana y no Nicholas, con Jenny he atravesado situaciones jodidas y retorcidas que si no fuera por su apoyo no sé en donde estaría.

Como siempre estoy atendiendo los negocios no tengo tiempo de cerciorarme de como está la familia, así que el que Jennifer esté las veinticuatro horas del día ahí, me tranquiliza mucho, me preocupo por todos ellos a pesar de que solo me muestren su desprecio.

Entiendo el resentimiento de mi abuela y mis tíos, pero ¿Mi hermano? no se supone que debemos estar en las buenas y en las malas siempre juntos, ya que somos de la misma sangre y solo nos tenemos a nosotros, sin madre y padre deberíamos ser más unidos, pero no, creo que Nicholas desde que se enteró que sería hermano mayor decidió recibirme con todo el odio que pudo reunir.

No tengo un solo buen recuerdo de nosotros conviviendo como hermanos, se podría decir que los hermanos que tengo son tres: Jennifer, Diff y el whisky, con eso es más que suficiente.

Si no le abro las puertas de mi mente y mi corazón a los demás, así no podré terminar decepcionando a nadie como lo hice con mi familia. Le pedí a Diff que se encargara de la seguridad de la mansión y de cuidar a mi abuela personalmente, después de todo ella fue la que nos crío a Nicholas y a mí.

SepulcroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora