Capítulo 41. El baile de la luna roja

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Cuando llegamos al lugar donde sería el baile, Aylin se alejó de nosotras al ver al Ban. No sé si fue mi imaginación pero cuando él vio a Aylin sus ojos brillaron, ambos comenzaron a hablar y a reír, así que los dejamos solos. Por nuestra parte nos fuimos a sentar a una mesa vacía. Era impresionante todo, hasta la decoración.

- Creí que el baile sería al aire libre – dije mientras miraba a algunas personas bailar

- Esto aún no es el baile – sonrió – Sí es al aire libre, más al rato prenderán una fogata por allá – me señaló el patio donde el techo no cubría – Las parejas bailan allá y los amigos bailan aquí cuando la luna esté completamente roja, por lo mientras pueden bailar donde sea

- Vaya, miren quienes están aquí – Mireya se acercó a nosotras y se sentaron en las sillas de nuestra mesa que estaban vacías – Layla querida, siendo sincera te ves mucho mejor, tal vez si te hubieras transformado antes de pedirle a Damian que sea tu pareja, habría aceptado – comenzaron a reír y Layla intentó contener sus lagrimas

- ¿Siempre tienes que sobajar a alguien para sentirte bien? – Mireya me miró – No cabe duda que tu vida es así de triste, que necesitas hacer comentarios idiotas para sentirte mejor. Pobrecita, me das lástima

- Pues a mí me da lástima tu amiga, porque por más que se arregle nadie la va a querer, porque es una aburrida – tras esto se levantaron y se fueron a otro lugar

- Lo siento, tengo que ir al baño – Layla se levantó de prisa y se marchó, iba a seguirla pero Jake se interpuso en mi camino

- ¿A dónde?

- Podrías hacerte a un lado, estoy ocupada – Jake sonrió, como si lo que le dije fuera una broma

- Sabes, por alguna extraña razón me gustan las chicas que se hacen las difíciles, así es más divertido

- Me das asco, deberías cambiarte el nombre, es horrible que te llames igual que un amigo

- ¿Un amigo? – alzó una ceja – Por cierto Milena, no te había visto bien, pero te ves preciosa – tomó mi mano y la besó, intenté que la soltara pero hizo su agarre más fuerte y me jaló hacia él, fruncí el ceño, si en menos de un minuto no me soltaba juro que iba a golpearlo – No creí que fueras a vestirte así por mí

- ¿Por ti? – pregunté incrédula

- Sí, después de todo no invitaste a nadie más y yo te dije que te vería aquí. La verdad me siento muy alagado – Alguien detrás de mí bufó

- Pues sigue soñando amigo, porque ella viene conmigo – miré hacia atrás y vi a Asth, quien seguía con el uniforme – Ahora si me disculpas – Asth avanzó y le sujetó la muñeca a Jake apretándola fuertemente para que me soltara, parecía que en cualquier momento uno de los dos soltaría el primer golpe, pero Jake terminó soltándome y Asth hizo lo mismo

- Es una lástima – Jake se acercó a mi oído y me susurró – Que ya estés manchada y sobre todo por un Daemon – Esta vez no iba a soportar una más de sus tonterías, alcé la mano y le di una bofetada que resonó en todo el salón, justo en el momento en el que se la di la música se había detenido, por lo que todos voltearon hacia nosotros - ¿Qué diablos te sucede? – dijo en un tono bajo y con una sonrisa, tratando de disimular su enojo. No me contuve y le di otra bofetada en la otra mejilla. Está vez se enojó más y estaba por acercarse a mí, pero Asth se interpuso

- Ten cuidado, no querrás que mañana tus padres nombren a tu hermano Lyn como sucesor – Jake no dijo nada más y se marchó

- ¿Te encuentras bien? – me preguntó Asth y no pude evitar soltar un grito de frustración

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora