Eran las 6:30 de la mañana y mi madre me estaba despertando para mi primer día de clases, que fastidio!Ma, puedo faltar? -dije algo adormilada-
Claro que no, tienes que ir, no quiero que repitas este año. -me dijo molesta y me quito las sábanas de encima -
Agh... Ya que. -me levanté y saque a mi madre de mi habitación-
Me bañé y me puse el uniforme del colegio, una falda negra, camisa y una estúpida corbata.
Me puse un poco de sombra negra en los ojos y un brillo labial de cereza, nada muy complicado la verdad.
Iba camino a la escuela y en la entrada me encontré a Jane, mi mejor amiga desde que llegué a este colegio, realmente la amo.
Emy! -corrio a abrazarme- tanto tiempo!
Janni! -le devolví el abrazo- te extrañe encerio!
Yo también Quinn, pensé que este año no te vería -rió un poco-
Hierba mala nunca muere linda y los profes necesitan a alguien a quien odiar. -ambas reimos-
Tienes razón, cuál es tu primera clase? -dijo mientras sacaba un papel de su bolsillo, supongo que era su horario-
-saque mi horario de mi bolsillo- me toca historia con el profesor Bill kaulitz? Quien es ese?
Creo que es un profesor nuevo, pero que suerte, nos toca juntas ahora! -dio un pequeño salto de alegría-
Genial! Vamos a nuestra sala, no quiero llegar tarde el primer dia. -dije y Jane me quedo mirando raro-
Emma Quinn, queriendo llegar temprano a clase? Wow, te hicieron bien esas vacaciones. -dijo burlesca-
Ya cállate y vamos. -la tome del brazo y la jale hasta la sala-
Cuando llegamos no había mucha gente, solo unos 10 alumnos, me senté junto a Jane en la parte de atrás.
Pasaron unos minutos y todos llegaron, un poco después entro un hombre, rubio y lleno de tatuajes, tenía una camisa negra y pantalones de vestir, también tenía unos cuantos piercing, y la energía masculina que tenía era demasiada, tanto que hacía a mis hormonas saltar de alegría.
Hola alumnos, soy el profesor kaulitz, Bill kaulitz, seré su profesor de historia durante todo el año, espero llevarnos bien. -dijo en un tono frío que causó que mis pelos se erizarán-
El empezó a dar su clase, yo no podía parar de mirarlo, claro que no prestaba nada de atención a lo que decía, solo lo miraba, a él y a sus hermosas manos, dios! Era tan atractivo.
Estaba tan embobada que ni cuenta me di cuando me hizo una pregunta
Señorita! -dio un manotazo en mi mesa-
Ah.? -dije saliendo del trance-
Responda la pregunta que le hice. -estaba bastante molesto-
Cual era? -dije con bastante vergüenza-
En que fecha inicio la revolución francesa.
El 5 de mayo de 1789. -dije no tan segura de mi respuesta -
Correcto, esté más atenta a la próxima Quinn. -volvio al pizarrón y siguió explicando-
La clase termino y no había nadie en la sala aparte de yo y el profesor kaulitz.
Señorita Quinn, me han contado cosas de usted. -dijo mientras se acercaba de una manera seductora a mi mesa-
Oh, probablemente no cosas buenas, da igual. -fingi que no me importaba en lo más mínimo-
Espero que conmigo no sea así emma, o tendremos problemas -se sentó en la mesa de enfrente-
No sé preocupe, hize una promesa y espero cumplirla. -cerre mi mochila y me la puse-
Ojalá así sea. -iba a salir pero Bill me detuvo tomándome la muñeca-
Amm... Que sucede profe? -vi mi brazo y luego lo mire a el-
Dime Bill, dejemos las formalidades para la clase. -me acerco a el-
Okey, que sucede Bill? -intente alejarme pero no lo logré-
A mí no me gusta quedarme con las ganas de besar a una linda chica -me agarro de la cintura -
Y eso a mí que? -solo podía mirarlo con algo de pánico-
Tu eres una linda chica, y quiero besarte -dijo conozco ronca-
Que? -intente con pánico alejarme de el pero me agarró más fuerte-
Perdón pero eres profesor y eres mayor que yo, no está bien. -agarre su mano para evitar que me agarrara más fuerte-
Porfavor, no creas que no ví como me veías en la clase. -me acerco mucho más a el-
Debo irme. -alfin pude soltarme y me fui rápidamente de la sala-
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teacher's pet
Fanfictionemma Quinn, era una adolescente de 17 años muy rebelde aunque bastante inocente e ingenua, en su primer día de clase no esperaba conocer al hombre que le arruinaría toda la vida.