Capítulo I: Sorpresa

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-No creo que vaya a necesitar tantas cosas

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-No creo que vaya a necesitar tantas cosas.- Dijo Adrien por fin. Estaba desesperado por decirme que estaba bien con las cosas que él había empacado, pero no sabía cómo, no quería herir mis sentimientos. Típico de Adrien.- Quiero decir... que no es que esté mal ni nada, pero me parece excesivo. Es solo un campamento, solo hay que tener lo esencial y del resto se encarga la naturaleza que te rodea. -Sus palabras me hicieron sonreír involuntariamente.

Es tan tierno.

-¡Ay Adrien! Cómo se nota que no sabes nada acerca de  "Petits Rêveurs"- Dije terminando de empacar, cerrando la maleta para luego enfrentar a Adrien. Puse una de mis manos en su hombro y lo miré con cariño, entendiendo su habitual ignorancia. Él solo miró extrañado, primero mi mano en su hombro y luego a mi.

-¿Y tú si?- Preguntó inseguro.

-Desde luego primito.- Empecé a hablar alejándome de él para ordenar las maletas junto a la puerta de salida de su cuarto.- Investigué lo que pude, pero la página no da muchos detalles para que sea una "experiencia única y desafiante para todos"- Cité textualmente de la página- Pero lo que sé es qué hay roles importantes que podrías llegar a desempeñar si eres elegido en un sorteo al azar. Esos roles deberas cumplirlos paralelamente con tus actividades como campista.- Caminé hacia Adrien una vez más y esta vez coloqué ambas manos en sus hombros para que me mirara más atentamente.- Sin embargo eso es todo, no da detalles. ¿Quién sabe? Estos roles podrían ser peligrosos, exhaustivos, de riesgo para tu salud, entre otras cosas, y todos esto sin contar el hecho de que no tenemos ni la menor idea de lo que son esos "roles" -Ejemplifiqué unas comillas con mis dedos para luego cruzarme de brazos- ¿Entiendes entonces por qué es tan importante que estés preparado para todo?

-Buuueno, si tú lo dices...

-Tú confía en mi Adrien. Todo saldrá bien.-Dije para luego sonreír dándole tranquilidad. El sonrió en respuesta.

En eso la puerta del cuarto se abrió revelando a Natalie y mi mamá.

-¿Todo listo chicos?- Preguntó Natalie

-Si Natalie.- Dije colocando mis manos detrás de mi.

-Muy bien, los acompañaremos a la parada del autobús. El autobús del campamento llegará en 15 minutos, pero con estas maletas nos retrasaremos en la caminata, así que es mejor salir ya.

-¿Están seguros de que no prefieren que los llevemos personalmente al lugar?-Dijo mi madre.

-Estamos bien tía. Prefiero ir en el autobús con Marinette.- Mi madre lo miro incrédula, por lo que decidí tranquilizarla.

-Mamá, Adrien de veras quiere experimentar todo exactamente igual que los demás, así como que yo. Eso incluye el viaje.- Mi madre se encontraba pensativa. Se que le preocupa el hecho de que vayamos por la carretera 1 día y una noche sin ella al volante, pero esto era algo que deseábamos hacer y ya éramos lo suficientemente grandes. Se que ella lo entiende. Me acerqué a ella y la tomé del brazo.- Nos cuidaremos entre nosotros. No tienes nada de que preocuparte.- Ella me sonrío.

Un Campamento a besos || Feligami (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora