Capítulo 4

137 6 0
                                    

-¡DING DONG!-escuché qué tocaban la puerta.

Me puse rápidamente el hijab, por si acaso, y abrí la puerta. Detrás de ella se encontraban mis compañeras de piso.

-¡Chan chan!-me dicen animadamente enseñándome las bolsas.

Me hecho a un lado y las dejo entrar.

-Hemos pensado en pasar el día viendo películas. Trajimos papas, chocolatinas, palomitas, helado y sobretodo mascarillas-dice Paula dando saltitos muy emocionada.

Las chicas se cambiaron por un pijama cómodo al igual que yo.

Mientras estaba buscando una película en mi ordenador oí que estaban tocando la puerta de mi habitación.

-Pasen-le digo a las chicas.

Veo como van entrando con las cosas en las manos y dejándolo encima de mi cama. Íbamos poniéndonos la mascarilla mientras cotilleabamos, lo siento pero es que somos muy chismosa.

-Adivinen quién es el nuevo vecino-les digo a las chicas.

-¿Quién?-me pregunta Rugue con curiosidad.

-Es el chico del que os he hablado, se llama Anas.

-Ayy no puede ser, es que no me lo creo-dice muy ilusionada Rugue.

-Me da que ese tal Anas tiene razón con lo del destino-dice Paula con una sonrisa pícara.

-No lo creo, es más ni me gusta.

-Mmm seguro-me dicen las dos subiendo y bajando las cejas.

-¡Qué no me gusta!

-Vale vale, lo que tu digas-dice Rugue con una sonrisa maligna.

-Hoy me ha llamado Zack, me ha dicho que vendrá a la universidad que iremos, llegara unos días después-dice Paula muy emocionada.

Zack es él novio de Paula, llevan 2 años y medio juntos. Se conocieron en la graduación de la hermana de Paula, parece ser que el hermano de Zack se graduaba también lo cual desde ese entonces comenzaron a conocerse. En verdad Zack me cae muy bien y ellos dos hacen una linda pareja.

-Sabe que es bienvenido-le digo con una sonrisa amplia.

Nos habiamos pasado todo el día viendo películas de romance y terror hasta quedarnos dormidas en mi cama.

***

Siempre llego tarde a todos lados. Es algo que deberías saber antes de empezar todo esto.

Confirmo.

Por eso, en cuanto me desperté y miré el móvil, experimente ese pequeño momento de pánico que sientes cuando sabes que estás apunto de cagarla a lo grande.

O, mejor dicho, llegar tarde el primer día de clases.

Me levante de golpe, presa del pánico, y por poco me caí de bruces al suelo por tropezarme con el desastre que habíamos dejado tirado ayer.

-¡Paula,Rugueya, levántense ya llegamos tarde!-grité haciendo que las dos se levanten de golpe.

-¡Mierda!-dijo Paula entre dientes.

Salieron las dos corriendo de mi habitación para prepararse.

Vi a travez del espejo que tenía unas ojeras impresionantes, me los tape con corrector y me puse rimel.

En serio, ¿porqué no podía preparar las cosas el día anterior?

De alguna forma, me las apañe para encontrar algo cómodo para las clases y salí corriendo.

Halal LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora