1.

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"Ese día tal vez llegará.

En el que la persona correcta por fin llegará.

Nos tomaremos de las manos y reíremos sin parar.

Nos daremos nuestros hombros para que la otra pueda llorar.

Seremos una misma.

Sin importar los demás".

                                         ––––

Me desperté tarde.. otra vez. – Se dijo a sí mismo.

                                     –––––––

—Perdí mi cita con el psicólogo. — Fue directo.

—¿Me estás hablando en serio?, Roberto, ¡ya van como tres citas que perdés!, ¿que tanto hacés para perderlas todas?—

Se le oía enojado, de verdad estaba preocupado.
Pero no es buena idea tener estas reacciones ante Roberto.

—Es que...—


—No, no te justifiques. No podés evitar ir.. perdoná que reaccione así, me preocupas.—

Cortó la llamada.

No podía evitar sentirse una carga.

De igual forma no podía llorar.
Hace tiempo no lo lograba.

Lo único que lo tranquilizaba era escribir.
Tanto canciones, como poemas.

Y aunque las canciones que escribiera probablemente quedarían en el olvido, pues la banda había tenido que separarse debido a ciertos acontecimientos del pasado;
El amaba componerlas igual.


                                   –––––––––

Tocaron a la puerta.

<No voy a abrir> – Fue su primer pensamiento al oír el repentino golpe en la entrada de su casa, más precisamente su puerta, pues no andaba en su mejor momento.

<Pero debés abrir, mirá si es algo importante..>
Pensó nuevamente.

<¿Pero quién querría ayuda de vos?, si apenas servís para..> – Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar nuevamente golpes en su puerta, con intenciones de que abra, pero esta vez fueron golpes más fuertes.

Abrió la puerta.

—Hasta que abrís.—

—Santi..¿qué hacés acá?—

—Boludo, me preocupás. Me cortaste la llamada y no me dejaste terminar de..—

—Eu, no hace falta que te preocupes por mí. No me gusta ser el centro de atención. Yo ya sabré que hacer, ya estoy grande, ¿no te parece?—

—La verdad que no.—

—No seas boludo, ¿viniste para joder?—

—Además de 'joderte', si así querés llamarlo, quería decirte que dejá de hacerte el boludo con lo del psicólogo, tenés que ir.—

—Boee.. ya lo sé, dejá de joderme con eso.—


—Ya me lo vas a agradecer.—


                                         –––––

<Santi tiene razón, tengo que ir de una vez por todas...
Pero es que no puedo escuchar las alarmas..>

<No tengo ganas de nada, que cansador que es vivir así.. y eso que no hago nada>


                                     ––––––



Buenas, quería hacer algo mejor escrito, la verdad, mi anterior fic, es una mierda. JAJAJA

Este capaz que también, pero me deja en paz conmigo mismo.

En fin, será algo deprimente, pero no me maten, no tengo en mente que termine mal.

Saludos, (si es que alguien lee esto).


























¡Después de todo no me va tan mal!-Titopo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora