El sol golpeaba contra su rostro mientras el aire que se colaba por la ventanilla de su auto despeinaba su largo cabello.
Hyunjin tarareaba una canción mientras cada vez se acercaba más a su destino.
Había decidido mudarse a un pequeño pueblo no muy conocido a las afuera de la cuidad. Necesitaba sentirse en paz y descansar un poco de ese ambiente tan asfixiante y contaminado que había en la cuidad, por lo que no dudó dos veces en aceptar las pequeñas vacaciones que le habían ofrecido en su trabajo.
Llegó a la entrada del pueblo y como lo esperó todo era tranquilo y relajante se podía respirar en el aire la pureza que había en aquel lugar.
Aparcó su auto frente a la casa del Sr Kang Yi Suk, el hombre que le había vendido aquella hermosa mansión cerca del lago.
—SrKang. Buenos días —Hyunjin le extendió una mano para que este la estrechara en forma de saludo.
El Sr Kang era un hombre de aproximadamente unos 35 años, aunque Hyunjin no negaba que era muy buena persona, incluso le había hecho un buen descuento en el pago de la mansión.
—Hyunjin, qué te he de decirme señor, me hace sentir viejo y solo nos llevamos unos años ¿cómo has estado? —lo saludó con un abrazo.
—Todo bien señ... digo Yi Suk y ¿tú?
—De maravilla. Creo que el que hayas tomado la decidió de comprar la mansión me ha alegrado la existencia —el hombre palmeó el hombro de Hyunjin bromeando y ambos comenzaron a caminar hacia el auto del pelinegro.
—Es bueno escuchar eso —Hyunjin asintió con una sonrisa, caminando hasta su auto.
Después de una pequeña y cómoda charla de cosas triviales, no volvieron a hablar en lo que quedaba de camino hasta que llegaron a la mansión.
—Wow, sigue siendo tan hermosa, como la primera vez que la vi —comentó Hyunjin bajando de su auto mirando la hermosa obra arquitectónica que había frente a él.
Era una mansión antigua, la cual con solo entrar te llevaba a otra época, era una belleza digna de admirar sin duda y además con la elegancia que la caracterizaba. Era la casa indicada para Hyunjin, una persona amante del arte y las cosas antiguas.
—Sí, aquí viví mis mejores años, hasta que mi esposa murió y decidí mudarme a un lugar más pequeño, pero me alegro de que alguien como tú, haya comprado esta casa, se que vas a cuidar bien de ella —el Señor Kang habló nostálgico, pero con un tono algo extraño que Hyunjin no pudo identificar.
—Eso no lo dude —Hyunjin asintió y desvió su mirada del Señor Kang a la hermosa mansión y sus alrededores.
—Ahora, ¿qué te parece si le doy el último vistazo antes de dejártela? —comentó divertido el hombre.
—Claro, ¿por qué no? Además Señor Kang ¿sabe? pude visitar la casa cuando guste —comentó el pelinegro mientras se adentraban al lugar.
—Claro, te lo agradezco, Hyunjin.
Entraron a la mansión y Hyunjin no se equivocaba en nada, seguía igual de hermosa que la primera vez. Candelabros dorados, jarrones de porcelana, los más finos y elegantes muebles. Hyunjin estaba maravillado, pero si había algo que caracterizaba mucho la casa eran los espejos.
En la primera visita a la mansión se había fijado que la casa estaba llenada de hermosos espejos antiguos, sin embargo todos estaban cubiertos con telas, Hyunjin estaba muy curioso por ese detalle y más cuando el señor Kang le había dicho que por nada del mundo los destapara, eso solo hizo que el bichito de la curiosidad lo picara e invitara a descubrir los secretos detrás de esos espejos, pero ya tendría tiempo de hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
「✦𝙰 𝚃𝚛𝚊𝚟𝚎́𝚜 𝙳𝚎𝚕 𝙴𝚜𝚙𝚎𝚓𝚘✦」⋆ ★ᴴʸᵘⁿⁱⁿ
RandomHyunjin se muda a una gran mansión en lo alto de un pueblo tranquilo, tenía justo lo que deseaba ahí. Aunque las apaciencias son engañosas. Tras descubrir que en su nuevo hogar, había suscedido una desaparición antes de su llegada, de un chico que...