Luego De Reencarnar Descubrió Que Era El Novio Villano Del Héroe

CAPITULO 1

Kim Dokja se desperto con la calida luz que comenzo a filtrarse por las delgadas cortinas de su habitación. Luego de más de un año en este mundo se había adaptado al lujoso colchón y a la ostentosa habitación.

Kim Dokja se paro frente al espejo y vio reflejado el cuerpo que siempre había tenido, tanto en esta vida como la anterior.

Aunque claro a esta edad, en su anterior vida estaba flaco y desnutrido, al contrario de ahora,  qué como único hijo de un duque,  gozaba de muchos privilegios.

Uno de ellos era su asistencia a la gran Academia de Star Empire, donde todos los nobles con poder enviarian a sus hijos al cumplir los 14 años.

En este mundo, dentro de su novela favorita, la Academia era el punto de partida para el viaje del protagonista.

Aquí es donde da sus primeros pasos para ser el héroe que derrocaria al Rey Demonio.

Kim Dokja como lector fanático,  se dedico a observar como la historia fluia, vio el transcurso de las historias que pasaban frente a sus ojos, sin interferir en ellas.

Hasta que vio al protagonista con personas con las que nunca deberia haberse encontrado dentro del Arco la Academia.

El comedor de la Academia, era el único lugar que por tradición compartían todos los alumnos sin importar la clase social, esto para fomentar las relaciones entre distintas personas.

Así que no era tan raro que un príncipe extranjero como Nirvana Mobius, invitara a un plebeyo a su mesa.

[Incluso si hubiera algo raro, nadie podría decir nada]

Kim Dokja en su asiento de primera fila vio como transcurría la escena completa.

[Kim Dokja nunca admitiria que era un stalker]

El noble obsesionado con el protagonista vertía una sustancia sospechosa en la taza del protagonista.

El protagonista la tomaba y luego de unos minutos se desmaya en la mesa.

Posteriormente los sirvientes de Nirvana agarraron al muchacho para llevarlo a la 'enfermeria'.

Obviamente no terminaron llevándolo a la enfermería.

Kim Dokja se detuvo a unos pasos de la barrera que cubria el bosque, este era una área para entrenamiento, dentro de este se hallaban retenidos los monstruos que guerreros traian directamente desde el 'Continente del Caos' los antiguos dominios del desaparecido Rey Demonio.

El lector se apresuró a atravesar la barrera y buscar al protagonista, por suerte no lo habían tirado muy lejos de la salida,
lastimosamente aunque ya tenia al protagonista, no fue lo suficientemente rápido al salir, pues múltiples bestias se habían congregado para rodearlos.

Esta era la primera vez que Kim Dokja veía monstruos tan de cerca, un escalofrío le recorrió la espalda al ver los colmillos de uno que era la mezcla de un lobo, pero con los ocho ojos de una araña.

Kim Dokja busco entre las ropas del protagonista, después de todo era una persona tan precavida que siempre portaba un arma oculta.

Kim Dokja trato de no pensar en los músculos que recorrían sus manos.

Pero al tratar de sacar el arma de entre las solapas del protagonista, termino cortandose con el filo de una navaja, su sangre fluyo por su palma hasta caer en el suelo fangoso.

Kim Dokja espero el gran desastre de monstruos abalanzandose hacia ellos para despedazarlos.

Pero contrario a sus expectativas todos los monstruos que hace un momento lo rodearon, se retiraron uno tras otro para perderse entre los árboles.

Kim Dokja agarro una de las piernas del protagonista y lo arrastro hasta la salida.
Una vez fuera, decidio que lo mejor era dejarlo tirado alli, era imposible llevarlo a rastras hasta la enfermeria, y se le hacia aún más imposible cargarlo.

Pero despues de pensarlo decidio que le dejaria un mensaje a Lee Seolhwa, los problemas son oportunidades, Kim Dokja esperaba que el protagonista tomara esta oportunidad para avanzar su relación con la médica.

Después de todo, sin importar que tipo de personaje femenino apareciera, para Kim Dokja Lee Seolhwa era la única que podia pararse al lado del protagonista.

Kim Dokja camino rumbo a los dormitorios por los oscuros pasillos de la academia con el corazon ligero.

El iluso Kim Dokja no noto el par de pupilas doradas que lo acechaban en la oscuridad.