Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑

Acto 14

Me lleva sin que diga nada, tampoco pongo resistencia, por primera vez en la vida lo escucho diferente y me puso en shock o quizá solo quiero que me ayuden para no sentirme solo, no lo se.

Entramos a ese edificio, cierra el paraguas y me guía al elevador. Esperamos una vez que presiona el botón, la verdad no me fijé, solo miré el suelo, avergonzado.

Llegamos y toma mi mano, no es la primera vez, lo hemos hecho antes durante los ensayos, pero en esa ocasión, se sentía distinto.

Aryon no tomaba la mano de Evaristo, Hyunjin tomaba mi mano, la de Félix.

Nos detenemos frente a una puerta, yo evitó la mirada cuando pone la contraseña y después  entramos. Suelta mi mano con delicadeza y deja la sombrilla de un lado.

—La contraseña es la fecha de mi hermana —me dice—, 2003, la pondrías necesitar.

—No confíes tanto en la gente, es arriesgado.

—Confío en tí y en un amigo, son los únicos que la saben —suspira—, el baño esta por aquí, sígueme.

Hago caso y le sigo, notó que la casa no tiene fotos familiares, solo pinturas y dibujos de paisajes, flores, hay mucho en el pasillo principal.

Llegamos a donde parece que están las habitaciones, eran tres puertas y al fondo está la sala.

—La primera es el baño —lo señala—, la segunda es la habitación de invitados, siempre está limpia, así que puedes quedarte el tiempo que necesites y la tercera es mi habitación, no hay nada entretenido, pero si quieres, no tengo problema en que te quedes ahí, siéntete cómodo.

—¿Por qué? —digo y recibo su mirada— ¿por qué me ayudas tanto sin saber que me pasa?

—Tengo este departamento porque solía huir de casa —me cuenta—, mis padres me compraron este departamento para que tuviera un hogar y no me enfermara, verte ahí afuera, me hizo recordar lo bueno que hubiera sido que alguien me acogiera, y tú eres mí Evaristo, no puedo permitir que te pase algo.

—Supongo que... Gracias, por dejarme estar aquí y contarme eso —intento sonreír, pero me cuesta hacerlo y me rindo—, te estoy muy agradecido.

—Iba a preparar la comida, ¿quieres algo en específico?

—Cualquier cosa está bien, gracias.

Hyunjin asiente—. Buscaré algo que te quede —iba a hablar, pero me interrumpe—, no te preocupes, suelo guardar la ropa que me regala mi familia lejana y alguna es muy chica o muy grande así que no la uso, ¿te parece?

Confirmó con mi cabeza y él se va. Entró al baño sin pensarlo mucho. Era un cuarto de baño muy grande, quizá el doble que compartía en casa.

Con dificultad, me quitó mi camisa, estaba pegada a mi piel y me dolía el cuerpo, no sólo por el frío, también por la tristeza, seguía triste y me dolía todo, suelo ser así.

Terminó de quitarme todo y junto la ropa, me siento mal conmigo mismo, vuelvo a notar que mi cuerpo está débil, pálido y delgado, hasta hace dos años mi peso era poco arriba del normal, pero con la llegada de Yongbok, las cosas se habían vuelto más complicadas, mientras que antes podía sentarme a comer con la familia, para ese momento ya no.

La madre de mis hermanos siempre me miro mal, desde que nos recibió aquí, en Daegu, cuando mi padre decidió volver a Corea. Nunca le agrade, nunca me llamó hijo o canto para mí, siempre me excluyó, y cuando nació mi hermana, todo fue peor, ella me negaba ver a la bebé, no podía jugar con ella o acercarme, quizá por eso, ella debe creer que no la quiero, pero lo hago, a pesar de todo, quiero a mis hermanos, pero ellos deben pensar que yo no a ellos.