Hace mucho frío y tiene hambre, pero Emily no puede perder el tiempo pensando en ello. Ni siquiera está segura de que su plan funcione y puedan huir de las tierras de su señor, por lo que evita pensar en todo lo que actualmente le molesta y se fija como objetivo el caminar un poco más rápido.
Siempre ha escuchado esas historias horribles donde el padre del señor obligaba a las mujeres que trabajaban en la casa, incluso las golpeaba, sin embargo, no era conocedora de que tras la muerte de un ser tan repulsivo su hijo hubiese seguido su ejemplo e, incluso estando en la casa donde el padre de Emily falleció hace apenas dos semanas, se haya atrevido a tocarla.
No sabe de dónde sacó la fuerzas para empujarlo, salir corriendo y entrar en la habitación donde se encontraban varias familias esperando para hablar con el señor, pero la mirada penetrante de él y la orden que les obligaba a presentarse ella y su hermana al día siguiente en la casa del señor para que se pusieran a su servicio fue suficiente incentivo para planear la huida.
El señor le reclamaba una deuda de su padre, la cual ella sabía que no existía. Así que, en cuanto se hizo de noche, salió de la casa con su hermana, sus pocas pertenencias, el dinero ahorrado y los documentos de los pagos de la renta al señor hasta el último mes y siempre por adelantado. Si en algún momento le reclamaban algún impago, podría demostrar que no era cierto.
Emily tiene dieciséis años y está segura de lo que le deparará el futuro si se queda y no solo a ella, su hermana pequeña también estaría viviendo bajo el mismo techo que ese que se hace llamar señor.
Con parte del dinero ahorrado pagará el viaje en carruaje hasta Londres para las dos y, en cuanto llegue a la ciudad, buscará un empleo para no quedarse sin ahorros rápidamente y encontrarse en una situación más desfavorable que la actual.
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Lady in waiting
Fiction HistoriqueA Emily le ha tocado nacer en la Inglaterra de principios del siglo XIX con una niña pequeña a la que cuidar y alimentar y un futuro incierto. El miedo y la preocupación hará que no se permita soñar con una vida mejor, ya que solo unos pocos afortun...