No quería hablar del beso con nadie. Ya tenía suficiente con haberle contado a un casi desconocido, y lo último que quería era enfrentar a Zhang Hao. Así que, cuando llegó el lunes, huí como la cobarde que sabía que era.
—Oye, HeeJin... —me llamó, su voz llena de incertidumbre.
—¡Profesora Han, espere! —exclamé, levantándome a toda velocidad y yendo detrás de mi tutora. —Verá, tengo unas dudas sobre lo que ha explicado hoy.
El martes fue igual.
—HeeJin, tenemos que... —intentó decirme.
—¡Profesor Seo! —corrí hasta el otro lado del pasillo, casi chocando con un grupo de estudiantes. —Déjame ayudarlo con lo que necesite.
—¿Qué quiere, señorita Lee? —me miró de arriba a abajo con el ceño fruncido, como si mis intentos de evasión fueran un juego ridículo. —No pienso darle puntos extra por esto.
—¡No, no es eso! Verá, es que la clase pasada... —intenté justificarme, pero la verdad es que no tenía la cabeza en la clase.
El miércoles, la misma historia. Intenté abordar el tema con el profesor Yang, pero él se fue demasiado rápido.
—HeeJin, ahora sí que no te vas a...
—¡Jung SungChan! —grité, agarrando el brazo de mi compañero de mesa como si fuera un salvavidas. —Eres amigo del chico ese del club de natación, ¿verdad?
SungChan me miró confundido. —Sí... Anton... ¿Por qué?
—Así que se llama Anton... —repetí, tratando de no pensar en el hecho de que había estado evitando a Zhang Hao.
SungChan me miró aún más confundido. —¿Tienes un flechazo por él o qué?
Vi que Zhang Hao todavía estaba en la puerta de mi clase, esperándome.
—¿Crees que podría hablar con él después de clase? —necesitaba una excusa para evitar que Hao me frenara a la salida del instituto.
—¡¿Qué?! ¿Qué mosca te ha picado? —preguntó SungChan, con una mezcla de preocupación y sorpresa en su voz.
Mi intención era aguantar así hasta el viernes, pero el jueves, el mismo Zhang Hao desbarató mis planes.
La puerta del aula se abrió de golpe, haciendo eco en la sala silenciosa.
—¿Otra vez aquí, señor Zhang? —preguntó el profesor Seo, frunciendo el ceño.
Zhang Hao iba a hablar, pero el timbre que anunciaba la hora del almuerzo sonó, cortando la tensión en el aire. El chico señaló la campana con una sonrisa traviesa.
El profesor Seo rodó los ojos mientras cerraba su libro. —Has tenido suerte, chico.
Zhang Hao se acercó a mí corriendo, ni siquiera me dio tiempo a huir.
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❝Feel the POP❞ | Shen Ricky
Novela Juvenil❝Todos los problemas de Lee HeeJin, o como ella se hace llamar; Jeon HeeJin, están comenzando a salir a la luz y por suerte o por desgracia no cuenta con el apoyo de su familia y sus hermanos, los cuales creen que la causa de su actitud de "chica pr...