JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)

LA NOCHE DE HALLOWEEN

MADDIE

Lo observo, tiene un rostro angelical, tan relajado que me trasmite paz, los últimos meses a su lado han sido maravillosos nunca pensé que alguien como él me hiciera sentir tanto.

—¡buenos días! —escucho su voz ronca

—¡Buenos días mi amor! —devuelvo el saludo jugando con sus mechones.

—¿Por qué no me habías levantado? —interroga.

—Estaba observándote, me gusta hacerlo—digo

Él sonríe por mi respuesta, toma mi mano y la besa.

—Debo irme a casa, debo revisar los últimos detalles para la fiesta de esta noche—digo bostezando.

—Está bien, pediré que sirvan el desayuno—habla sentándose.

—No es necesario, ya debo irme, pero no vemos más tarde ¿sí? —hablo besándolo.

—Está bien amor, te amo—habla despidiéndose.

Empiezo a conducir a casa, para darme una ducha y salir al club, tendremos una fiesta de disfraces con todos los miembros jóvenes será una buena publicidad para el próximo club que abriremos en otra ciudad.

Concentrada cuando de repente siento como el auto se detiene de pronto.

No enciende, ni siquiera un poco me he quedado parada a medio carril.

¡DEMONIOS! Esto no puede estar pasando.

—¿Está todo bien señorita? —escucho la voz del policía de tránsito.

—Honestamente no lo sé, el auto se detuvo y no enciende—digo alterada

—Quizás es la batería, si me permite le doy un vistazo— ofrece amablemente.

—Si, por favor—digo.

El empieza a revisarlo, revisa el aceite, el agua, la batería, pero parece no encontrar el motivo.

—Quizás es falta de carga, puede llamar a alguien o a un mecánico para que le pase carga. —explica.

Me siento una tonta pues no tiendo nada de lo que dice.

—¿Maddie? —escucho la voz de Alexa a mi espalda.

—Alexa, hola—saludo.

—¿Todo bien? - cuestiona preocupada bajándose de su auto.

—Sí, el auto se detuvo y no tengo ni idea de que es, creo que llamare una grúa—digo tratando de parecer tranquila.

—Oh! llámala, Santiago no tarda en llegar—me hace saber.

—Si— digo nada mas

Llamo a Arthur ya que no tengo ni idea de cómo se llama una grúa en estos casos, así que dejo que mejor se encargue él y venga por mí.

—¿Maddie? - escucho su voz.

—Santiago—digo.

—¿Cómo estás?, Alexa me dijo sobre tu auto. —interroga

—Estoy bien gracias, ya llamé a Arthur para que venga por mí, o llame a la grúa. -explico.

—De acuerdo, si quieres te llevo a casa—se ofrece amablemente.

—Oh, lo agradezco, pero creo que tú y Alexa están ocupados, no quiero molestar. —Digo.

—No, por mi está bien vine a hacerme las uñas y Santiago va camino al gimnasio solo quedamos para beber café antes, así que descuida, deja que te lleve a casa. —dice ella también.