•Historia corta•
En un reino celestial, un atormentado ángel caído busca redención al descubrir una conspiración celestial. En su travesía, se encuentra con un hada centelleante, desatando una conexión profunda y prohibida. Juntos enfrentan oscuros...
Desde lo más profundo de los reinos celestiales, mi desgarrado ser emprendió un viaje hacia la redención. Bajo la sombra de mis alas caídas, me aventuré en la oscuridad que se cernía sobre mi existencia. Fue en ese torbellino de penumbras que la conocí, el hada cuya luz desafiaba mi propia oscuridad.
—Hola, ser de alas quebradas. — exclamó con una risa centelleante mientras danzaba en el fulgor de la luna. Su voz, como campanas celestiales, resonó a través de mi ser melancólico.
—¿Quién eres tú para atreverte a desafiar mi morada solitaria? —pregunté, mi voz aún cargada con el peso de los pecados pasados.
—Soy Nyria, un hada curiosa que ve más allá de las sombras. He sentido tu lamento en la brisa y he venido a ofrecer compañía. —respondió, su mirada llena de compasión.
Nos miramos, dos seres de mundos opuestos, unidos por un hilo invisible.
—No hay compañía para un ángel caído. —susurré, pero mi corazón anhelaba la conexión que ella ofrecía.
—Eso veremos. —dijo Nyria con una sonrisa, extendiendo su mano hacia mí: —Vamos, ángel herido, hay secretos en la noche que solo el corazón roto puede entender.
A regañadientes, acepté su oferta, y juntos nos adentramos en los reinos celestiales en búsqueda de respuestas y redención. Cada palabra de Nyria parecía encender una luz en mi alma oscurecida, desafiando las sombras que me envolvían.
Mientras la luz del hada y las sombras del ángel se entrelazaban, la conspiración celestial comenzaba a desplegarse, urdiendo sus hilos en los pliegues del destino. Aun sin saberlo, nuestra unión se convertiría en el faro que iluminaría la trama cósmica que se avecinaba.
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