Cap LXXIX: El barman (parte 1/2)

1.9K 2 0
                                    

17 de agosto de 2022


-De más que sí. Oye Dustin, quiero hablar una palabrita contigo antes que empiece nuestro turno.

-Dime.

-Es una historia un poco larga, pero voy a partir por la invitación primero, después te cuento todo el contexto.

-¿Así que esto tiene una invitación incluida? Esto se pone interesante – dice Dustin sobándose las manos sonriendo.

-¿Recuerdas a mi prima Natalia y a su marido Guillermo? – pregunta Sofía.

-Sí, claro. Los hay traído un par de veces acá.

-Bueno, la Naty quiere que salgamos los cuatro el sábado a algún local del barrio Bellavista en la tarde, antes que entremos a trabajar. No sé si te tinca – dice Sofía.

-Obvio que me tinca. Ahora dime, ¿de qué se trataba ese contexto e historia larga que mencionaste? – pregunta Dustin.

-No irías necesariamente en calidad de amigo, irías en calidad de... algo más – dice Sofía con timidez. Dustin no entiende de qué se trata esto, mas tiene todos los ánimos del mundo de participar.

-¿Algo más? ¿Cómo así? Esto está realmente interesante, tú sabí' que siempre me hay gustado, desde que nos conocimos hace casi un año. Recuerdo con nostalgia la reinauguración de esta discoteca, el año pasado cuando por fin el toque de queda por la pandemia terminó, y coincidimos en este hermoso lugar – dice Dustin.

-Te voy a contar todo de principio a fin, espero que no me juzgues.

-Yo sé perfectamente que hay tenido una vida difícil, no creo encontrar motivos pa' juzgarte.

-Bueno, hay cosas que tú sabes de mí. Sabes que tengo una sobrina a la que cuido como si fuera mi hija, porque mi hermana mayor falleció al darla a luz. También sabes que tuve una relación de diez años, la cual creí que jamás terminaría, pero bueno, la vida siempre da un sinnúmero de sorpresas, y esta me pilló en el peor momento. La Javi tenía 11 años, y a él se le metió entre ceja y ceja que nos fuéramos a vivir a Barcelona.

-Claro, y recuerdo perfectamente lo difícil que se pusieron las cosas. Él sin considerar tu opinión agarró sus cosas y se fue, te dejó tirada a ti y a tu sobrina.

-Tal cual, y caí en una depresión fatal. Empecé a beber alcohol como nunca antes lo había hecho en mi vida, estuve varias semanas borracha las 24 horas del día. Mis papás hacían lo posible por cuidarme a mí y a la Javi, e intentaban a toda costa que no me viera en el estado en que estaba. Ahora, ¿por qué te recuerdo todo esto? Porque aquí entra a la cancha el Guille y la Naty. Cuando por fin logré de a poco empezar a salir adelante, a dejar de tomar y a seguir con mi vida, la Naty me dio la noticia de que se iba a casar con el Guille, fue el verano del 2018, y aquí viene algo fuerte, después de decirte esto vas a entender que no soy una blanca paloma.

-Nadie lo es Sofi, continúa con total confianza nomás.

-Aquí voy... me acosté con el Guille la noche antes que se casara con mi prima – dice Sofía. Dustin abre los ojos con notoriedad.

-Wow, y permíteme una vez más... wow.

-Sí... sé que suena feo viniendo de mí.

-Nono, no me interpretí' mal. No estoy hablando completamente de ti. Algo tan heavy como eso es cosa de dos, no de uno. Me refiero a que tú no tení' toda la culpa, la culpa de algo así es completamente compartida.

-Créeme que nunca antes me había involucrado con la pareja, o en este caso, futuro esposo de un familiar mío. Pero no sé, fue una noche rara, simplemente me dejé llevar.

-Tranqui, todos hemos tentado y nos hemos dejado llevar por el momento alguna vez, o quizá más de alguna vez – dice Dustin.

-Lo que pasó entre nosotros quedó en el pasado, y el Guille con la Naty se casaron el 11 de febrero del 2018, fue una fiesta bien bonita.

-Ah, llevan más de cuatro años ya, un tiempo significativo pa' un matrimonio. ¿Cuánto tiempo pololearon antes de casarse?

-Tres años.

-Ya, me alegro por ellos. Ya llevan más tiempo casados que el tiempo que pololearon, eso ya lo encuentro positivo. La gente ahora ya no se casa, las parejas pelean incluso solo conviviendo, imagínate casadas. Uff, se pone más fea la cosa cuando la gente se casa – dice Dustin.

-Bueno, como tú mismo dijiste, llevan más de cuatro años casados. En estos cuatro años no he estado con nadie, él fue el último hombre con el que estuve.

-¿Enserio con nadie?

-Tal cual escuchas, con nadie. Trabajé dos años en Zona 3, y ahí salí con alguno que otro compañero, pero con ninguno concreté nada serio, nadie pasaba que mi prioridad fuera la Javi.

-Es que la Javi es casi como si fuera tu hija, y hay caleta de hueones que se espantan cuando una mujer tiene hijos.

-Pero ¿sabes? No me complico, es respetable que haya gente que no quiera salir con personas que tienen hijos. Bueno, déjame terminar de contarte, la idea es que entiendas lo de este sábado – dice Sofía.

-Prosigue entonces.

-Hace un par de semanas que el Guille se puso jote conmigo otra vez, y van varias veces en que he tenido sexo casual con él.

-Perdóname que te lo diga, pero eso es bastante más grave que la vez en que lo hiciste con él la noche antes de su matrimonio, él ahora está casado.

-Lo sé, créeme que lo sé. Y cada ocasión se vuelve más fogosa entre los dos, cada día siento que me gusta más – dice Sofía. Las esperanzas de Dustin se esfuman por completo, tenía fe de que ese "algo más" de Sofía fuera significativo, no entiende qué querrá decir, pero tiene claro que seguirán siendo solo amigos – entonces hoy lo hicimos y nos pilló una sorpresa inesperada, la Naty llegó más temprano de lo que teníamos pronosticado.

-¡Me estai' hueviando! ¿No me digai que llegó en pleno momento? – pregunta Dustin sorprendido, Sofía gesticula una afirmación moviendo la cabeza. Escuchar a Sofía decir que le gusta Guillermo no es lo que sus oídos hubieran querido escuchar, pero la historia se está poniendo interesante – ¡cónchale! Esto parece de teleserie. ¿Y qué pasó? ¿Los pilló?

-Afortunadamente no. El Guille llamó a un compañero de trabajo y le pidió que llamara a la Naty pa' que la distrajera preguntándole cosas de nutrición. El compañero cumplió y la llamó, pero se demoró. La Naty ya había subido, la escuchamos frente a la puerta mientras ambos estábamos sin ropa, te juro que en ese momento me quería puro morir, pensé que era el fin. Al final recibió la llamada, pero justito justito, solo unos segundos más tarde y jodíamos. Te juro que fue como un milagro. Entonces, cuando la escuchamos bajar agarré absolutamente toda mi ropa y me encerré en el baño.

-Déjame intentar adivinar cómo termina la historia, te encerraste, te vestiste y fingieron que fuiste a visitarla a ella.

-Bingo. Tal cual, de esa manera zafamos. Créeme que toda esta mentira me duele bastante, quiero a mi prima como si fuera la hermana menor que nunca tuve, pero lo que siento por el Guille cada día me supera más – dice Sofía.


***

Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora