MALDITA DIABLA #1

CAPÍTULO 3

                        REINIER

Abro los ojos al sentir un par de lengüetazos en la cabeza de mi polla, insistiendo en el agujero del centro, miro la rubia que saborea mi glande para luego aferrarse a mi cadera estrellando el falo de veintiochos centímetros contra su boca, mete, saca y chupa todo el tronco mientras ahueca con las manos mis testículos. Sus labios estan babosos y acuosos, le sale saliva y los líquidos preseminales que derrama mi verga por las comisuras de la boca

Gruño y hago nudo su pelo en mi muñeca y desde la base de su nunca la empujo fuerte contra mi falo. Fornico su boca impulsando fuerte mi pelvis sintiendo y mirando como mis testiculos chocan contra su mentón, es una auténtica felatriz, le aprieto el culo a la otra hembra de cuerpo voluptuoso que duerme en mi cama, una sexy pelirroja

—Buenos días bombón—me saluda

La cojo por el cuello y le doy un beso salvaje, hago a un lado la rubia que esta prendida del miembro erecto acomodo mi cuerpo sobre el de la pelirroja le abro las piernas y se las coloco alrededor de mi cintura

—¡Metemela baby! La necesito entera otra vez—suplica

No me hago esperar envuelvo mi polla en látex y la atravieso sin compasión estirando al máximo las paredes de su coño diminuto y de pliegues rosados. Mis embates son feroces, el miembro de veintiochos centímetros entra y sale con fiereza y sin contemplaciones

Su agujero chupa mi verga la comprime, la succiona, la adhiere a su piel. No hay nada que me sacie tanto como el sexo, lo mio es un auténtico incendio sin control. La empalo con fuerza a la par que aprieto sus pechos, la punta de mi polla se incrusta en lo más hondo de su coño haciéndole sentir la bravura de mis embestidas

Me aferro al cabello de la rubia y tiro de ella obligándola a que chupe el sexo de la pelirroja mientras mi verga la empala, su lengua es un torbellino acariciando con fuerza y velocidad el coño de la pelirroja y mi polla cada vez que sale de este, lamiendo una porcion del tronco

Saco la polla latente del coño, me deshago del preservativo y eyaculo en la boca de la rubia. Me incorporo desnudo tomo unos fajos de billetes de mi billetera y se los doy a las prostitutas

—Cuando salga del baño, no las quiero ver mi alcoba, vistanse y larguense—espeto en un tono serio

—Sí—habla la pelirroja—Gracias por el regalo—mueve en sus manos los billetes

Entro al baño y me lavo la boca, tengo encima el aroma a sexo que he creado con ayuda de todas las mujeres que me tire anoche y necesito una ducha que  ayude a relajarme de tanta tensión acumulada y a mantenerme centrado en lo importante que mi droga llegue con éxito a Estados Unidos

Abro el grifo y me meto bajo el agua fría para aliviar la resaca, el agua helada cae sobre mí resbalando por mi cuadritos, la siento como una descarga que me obliga a tensar todos los músculos del cuerpo. Lucho con ella hasta que mi cuerpo se acostumbra y la acepta como si fuera parte de mi. La estampa de la hembra pelinegra, amiga de la mujer de Carlos y que partí en dos anoche me da vueltas por la cabeza, tiene unas curvas potentes y una cara de angel y de puta, su culo voluptuoso y redondo lucia apretado y vibraba a través de ese diminuto y ajustado vestido, sus sensuales labios carnosos que envolvieron mi polla, lindas y firmes tetas rosadas que magree y marque a mi antojo. Pienso el coño que tanto disfrute dulce, pequeño, rosado y depilado, la entrada un agujero rosáceo que se abre y se cierra dejando escapar jugo, su clítoris un apéndice carnoso una bola roja y deliciosa

Abro el grifo de agua caliente,  el calor húmedo del agua y del vaho me envuelve y la fiera de veintiochos centímetros que tengo en la entrepierna se despierta. Tengo una erección de campeonato, el miembro me late como si el corazón lo tuviera en el tronco la sangre flue y se agolpa en mi glande empiezo a magrearlo desde la punta hasta la base y vuelta hacia arriba. El agarre es seguro y fuerte subiendo y bajando a lo largo de mi longitud