El tema a tratar en aquella reunión era para apoyar a las naciones africanas en su desarrollo, normalmente se reunían solamente los presidentes interesados en el tema, no iban las representaciones sino para firmar papeles y sellar los tratos.
Esa ocasión era diferente ya que últimamente las personas de todas partes del mundo se escandalizaron por el tema de que sus representaciones no oían lo que se pactaba en aquellas reuniones tan importantes y solamente acababan firmando papeles “Entonces, si ni siquiera escuchan las condiciones de los tratos, ¿qué sentido tiene que sean representaciones?” últimamente, el tema del por qué y para qué existían los países se estaba oyendo cada vez más, cuestionando si realmente los necesitaban.
Para tratar de apaciguar a las masas, se decretó que todos debían ir a las reuniones importantes que les tocaba. La mesa redonda estaba compuesta por Níger, su presidente, Chad, su presidente, Argelia, su presidente, Malí, su presidente y algunas potencias económicas con sus respectivos presidentes en los cuales se podía destacar al presidente ruso tranquilo escuchando las propuestas y Rusia, mostrando signos de nerviosismo junto a una inquietud extrema, temblando en el proceso. Esto no pasó desapercibido por muchos países que podían notar la incomodidad del euroasiático.
— Bizarre... [Extraño] — susurró uno de ellos, logrando captar la total atención del estadounidense, una que desapareció por completo al escuchar a alguien dirigirse a él con sumo respeto.
— Usted, Estados Unidos, ¿qué piensa sobre las peticiones?— preguntó el hombre luego de haber preguntado al presidente del estadounidense quien estaba sentado a su lado.
Todos lo miraban directamente, algunos con duda, otros con miedo de que a USA le parezca injusto.
— Las peticiones... están bien, distribuir un poco más a la ayuda internacional no hará daño a nadie — pensó un poco, realmente no afectaría a la calidad de vida de su población.
El mismo presidente que hizo esa pregunta siguió con otros presidentes y países mientras Estados Unidos regresaba su vista hacia el ruso, notó que este no dejaba de mover levemente sus manos, jugar con sus dedos con nerviosismo, mirar hacia atrás regularmente y tenía una expresión decaída, sumando el hecho de que se notaba que tenía días sin haber conciliado el sueño correctamente, USA comenzaba a hacerse ideas hasta que se escuchó al presidente de Malí preguntar.
— Rusia, ¿usted qué piensa acerca de las peticiones? — USA notaba como el ruso parecía ignorar aquellas palabras, ocasionando un pequeño enojo en el presidente que hizo la pregunta.
— ¿Federación Rusa? — insistió el presidente.
Rusia seguía sin responder.
— Еще не время — escucharon al presidente del ruso hablar y codear levemente a la nación, el cual reaccionó de inmediato.
USA sabía que algo malo estaba pasando.
— Perdonen, sobre las peticiones considero que somos capaces de solo cumplir una de ellas — objetó el tricolor tratando de mantenerse lo más sereno posible.
— Estoy de acuerdo con mi nación, porque... — siguió una larga lista de motivos dichas por el presidente del euro-asiático.
Siguieron varios minutos aparentemente tranquilos dónde se trataba de sellar los tratos, mientras Estados Unidos luchaba por convencerse en que nada malo realmente estaba pasando con el ruso.
Así, al mismo tiempo, buscaba no encontrarse con la mirada perdida y desolada del euroasiático.
De pronto, se escuchó a Rusia gritar un...
— Достаточно [Basta]— con las lágrimas a punto de caer de sus ojos cayó en cuenta de lo extraño que se estaba comportando — ¡Perdón, perdón! continúen, yo... Iré al baño — decía con voz quebrada, buscando hacerse entender, a continuación Rusia miró directamente a su presidente — Я хочу побыть одна [quiero estar solo].