Inusual ●| Bakugou x tn |●

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Habían pasado algunas semanas desde que volvimos a Musutafu, ya me habían retirado mis puntos y ahora solo dependía de mi comenzar a caminar completamente sin el bastón aunque podía estar sin el unas cuantas horas. Había arreglado todo el papeleo para estar de nueva cuenta en mi vieja agencia, mi antiguo jefe me dio unas semanas más de incapacidad hasta que pudiera caminar por mi propia cuenta sin ningún problema, estuve tan feliz de volver a ver a Yukio y ella también de verme a mi, tanto que no pudo parar de llorar durante todo el tiempo que estuve ahí.

También me había acostumbrado al departamento y al barrio donde ahora vivía, no me equivoque al decir que era muy tranquilo, y los vecinos eran muy amables.

Desde ese día que volvimos a Musutafu, traté que la depresión por perder a mi bebé no me consumiera, Katsuki ayudó mucho en eso, pues al siguiente día se mudo al departamento y estuvo cuidándome todo el tiempo, a pesar de que durmiera en un cuarto diferente al mio, se la pasaba casi todas las noches en mi habitación.

—No puedo creer que te guste el helado de nuez y vainilla —mencionó Katsuki colocando el helado frente a mi rostro, haciendo una mueca.

Lo tome con mi mano y di una pequeña lamida.

—Lo dice el que le gusta el helado de queso con Zarzamora —lo mire de reojo— Esos si que son gustos raros.

—De que hablas, tengo gustos exquisitos —dio una pequeña lamida también a su helado sentándose junto a mi en la banca.

Habíamos salido a dar un paseo por el parque, Katsuki quería pasar tiempo conmigo y desestresarse un poco pues había estado trabajando desde las 7 de la mañana a las 3 de la madrugada toda esta semana.

Se le notaba cansado y claro que le había sugerido mejor quedarnos en el departamento para que pudiera dormir todo el tiempo que le hiciera falta pero no quiso. Era muy obstinado y solo respondió: "No, no he estado contigo todo lo que hubiese querido en toda esta semana, así que vamos a salir".

Después de eso salimos a un lugar a desayunar y ahora nos encontrábamos en un parque cerca del departamento. El clima estaba de lo más agradable, de vez en cuando había algunas brisas de aire frío, pero no eran para nada incómodas.

Frente a nosotros un grupo de niños jugaba felices, corretenadose entre sí y escalando la estructura metalica en forma de castillo. Cerré los ojos un momento y lo único que podía escucharse era el viento chocando con las hojas de los árboles y la risa de aquellos niños. Sonreí discretamente disfrutando de todo hasta que pude sentir algo tibio rozar la comisura de mis labios unos segundos, hasta que dejó de sentirse.

Abrí los ojos con sorpresa y mire al primer sospechoso de ese acto.

—¿Pero que..? —lleve mis dedos a la zona cubriéndola— ¿me lamiste?.

—Come bien y no me hagas probar ese horrendo sabor otra vez —hizo una mueca de desagrado mirando hacia el frente y continuar degustando su helado.

Lo mire con los ojos entrecerrados procesando lo que dijo y una idea se vino a mi cabeza.

Volví a comer de mi helado y accidentalmente me manche la comisura de mi labio.

—No tienes que hacerlo, se comer perfectamente —mencioné sin mirarlo.

—Pues no lo parece —me miró con el entrecejo fruncido y acercándose de apoco— tendré que volver a probarlo —susurró estando cada vez más cerca.

Me quedé quieta en mi lugar y cuando estaba a unos centímetros gire mi rostro y nuestros labios se tocaron en un beso suave.

—Iug, tienes sabor a Zarzamora —me queje haciendo una mueca— No volveré a besarte hasta que sepas diferente —mencione girando mi rostro y haciendo otra mueca mientras me reía.