𝖘𝖊𝖎𝖘

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El portón del gran salón se abre y Yoongi rueda los ojos al descubrir que su tío ahora tiene el cabello azul, ayer apenas lo tuvo rosa.

El beso que compartieron hace unos días no ha salido a relucir ni una sola vez, ambos siguen en su rutina de sentarse el menor encima y Taehyung contarle cuentos, pero ahora la piel del mayor parece quemarle, cuando le acaricia la mejilla con sus grandes manos siente que acabará muriéndose.

- Otra vez aquí, mocoso – Saluda Taehyung, claramente divertido.

- Holi – Saluda con la mano, contento acercándose – Hoy me ha costado mucho librarme de los hados madrinos.

- Saben que vienes aquí – Le dice simple.

- Eso es imposible, se lo dirían a papá – Niega con la cabeza.

- Si te piensas que esos tres idiotas que tienes por hados madrinos son solo amigos de tu insoportable progenitor – Alza su mano – Estás muy equivocado.

La muñeca gira y Yoongi se vuelve sorprendido al ver a los tres hados madrinos tumbados en el suelo del gran salón tocándose indistintas partes del cuerpo que han sido golpeadas al caer.

- ¡Taehyungie! ¡Eres un bruto! – Se queja Jimin, haciendo un puchero.

El mayor los mira con dulzura en el rostro, Yoongi está seguro de ello, esos tres chicos de cabellos rosas, rojos con sonrisa de corazón y blancos con mirada hermosa se levantan bajo la mirada atenta del brujo que se levanta de igual forma.

- Podías haber pedido que entremos por la puerta – Interviene Hoseok – No te habría costado nada.

- Tenía que enseñarle a mi amado sobrino que siempre lo vigiláis – Le dice acercándose a él.

El rostro del menor vuelve a arder, porque eso significa que, si siempre lo vigilan, vieron el beso del otro día, haciendo que se tape el rostro por la vergüenza.

- Taehyungie – Llama Eunwoo – Dentro de unos días te toca renovar de nuevo tu magia.

- Oh, cierto – Asiente mientras aprieta los mofletes de Jimin – Se me había olvidado por completo, últimamente pienso mucho en otras cosas.

Los felinos orbes del menor salen de detrás de sus manos, chocando con los esmeraldas de su tío que le miran de forma significativa, leyendo en ellos que él también piensa en ese beso que compartieron.

- ¡Me voy! – Dice apurado, no queriendo estar más avergonzado.

- No – Taehyung mueve su mano y lo arrastra en el aire hasta sentarlo en el trono – Te irás cuando yo te diga.

- ¡Tío! – Rabia, intentando levantarse del trono sin poder conseguirlo - ¡No vale usar la magia conmigo!

- Sí, sí – Responde sin mirarle – Hados idiotas, ahora después de un rato os lo devuelvo.

- Adiós Taetae – Se despide Jimin y los otros dos con la mano, antes de desaparecer.

El corazón del menor da un vuelco cuando su tío se vuelve y lo ve andar hacia él, sintiéndose como si fuese a ser devorado, empequeñeciendo a cada paso que los acerca, su respiración se acelera y sus dedos sienten unas pequeñas descargas eléctricas que lo ponen nervioso.

- ¿Con qué razón ibas a marcharte? – Pregunta cruzado de brazos – Apenas acababas de llegar.

- Tengo una cita con el príncipe Jungkook – Susurra – Aunque es en un par de horas tengo que arreglarme.

No puede evitar emocionarse cuando ve un minúsculo e ínfimo signo de enfado en la cara de su tío, que, aun manteniendo el rostro neutro, en sus ojos un brillo de furia se puede adivinar en ellos.

- ¿No decías que no te gustaba? – Pregunta apoyando los brazos a ambos lados de Yoongi, inclinándose hacia él – Me agradeciste que te salvase en tu cumpleaños.

- P-Pero le prometí que saldría a montar a caballo con él – Pucherea intentando fundirse con el trono, sin conseguirlo – T-Taehyung...

Los ojos del menor brillan cuando ve la lengua del peliazul relamer sus labios, humedeciéndolos y poniéndolos aún más apetitosos de lo que ya son, no puede apartar la vista de ahí, es imposible.

- Yoongi – El menor asiente, sin dejar de mirar a su boca – Bésame.

Más rápido que la velocidad de la luz, el menor termina de acortar la distancia que los separa, juntando ambos labios con un chasquido que recorre cada parte de la estancia, al que se le une el sonido que hacen al moverse.

Las manos de Taehyung agarran su pequeño rostro, pidiéndole en silencio que se levante, para dar la vuelta y sentarse él con su pequeño en el regazo, bajando una de sus manos a la cintura donde agarra con fuerza, ladeando la cabeza con la intención de profundizar el beso.

Yoongi se siente morir cuando la húmeda y caliente lengua del mayor entra en su boca, tímidamente le ofrece la suya, sintiendo un calor en su entrepierna que no había sentido antes.

Se remueve en su sitio y entonces su capacidad de respirar se agota, cuando entre sus pequeñas nalgas siente algo duro debajo, terminando de morirse de vergüenza cuando por su propio miembro despierto, se imagina que es el de su mayor.

Con lentitud se separan, un brillante hilo de saliva conectando sus bocas, los ojos de Taehyung mirando los hinchados labios del menor para subir a sus orbes, preguntándose qué será ese pinchazo que acaba de sentir en su corazón al ver cómo ese par de círculos negros le miran con tanta atención.

- ¿De verdad te vas a ir con ese príncipe de pacotilla? – Susurra juntando sus narices.

- Tú dijiste que era un gran partido para mí – Responde en un hilo de voz.

- Ya no lo es – Sentencia antes de volver a juntar sus bocas.

Las manos de Yoongi se enredan en su pelo, las de Taehyung abrazan su cintura, saboreándose el uno al otro, moviendo sus labios con una sincronización que asusta al mayor, encajando tan bien, de forma casi divina.

Eso le llena de miedo y terror, porque con Jin se sintió así.

Taeleficent ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora