𝖉𝖔𝖈𝖊

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Los gemidos agudos del menor retumban por toda la sala del trono, el sonido de los labios del castaño en su cuello acompañándoles mientras que dos dedos entran y salen con premura de la entrada que se está preparando para recibirle, ambos desnudos y en el asiento que deja claro a quién pertenece ese castillo en el bosque.

La luz de la luna llena entra orgullosa por los grandes ventanales, esa brisa de verano que eriza los vellos del cuerpo de Yoongi a compás con los estremecimientos por ser dilatado y besado por su mayor.

- Eres tan hermoso, mi príncipe – Halaga Taehyung besando su cuello – Y todo mío.

- Por siempre – Susurra Yoongi, en busca de sus labios.

Los recibe a la vez que los dedos desaparecen de su cavidad para empezar a penetrarse lentamente, abrazado al cuello de Taehyung mientras que éste le ayuda con las manos en su cintura, el gran salón como único espectador del acto íntimo que están teniendo estos dos hombres.

Gime en sus labios cuando el glande da en su punto dulce, comenzando a moverse de arriba abajo en su miembro, disfrutando de cómo se abre cada vez más para él, de cómo se quedan sus venas marcadas a fuego en cada centímetro de piel que el cuerpo de Taehyung toca y toma como dueño.

El mayor aumenta la velocidad del cuerpo de Yoongi estampándose contra su miembro, descargándolo contra él con furia y velocidad, separando sus rostros para poder visualizar el espectáculo del precioso niño que cada vez está más grabado en su interior, enamorándose poco a poco sin poder evitarlo de esas mejillas sonrojadas, los labios hinchados, su rostro desfigurado por el placer, esos felinos orbes que le mira como si fuese lo más hermoso en el mundo.

Los gemidos de Yoongi se cuelan de forma exitosa en sus oídos, invitándole a embestir con toda la potencia que tiene, haciendo que arquee la espalda ante la brutalidad con la que está siendo tomado.

Chilla de placer cuando una de las manos agarra su miembro para bombearlo, deshaciéndose en un mar de placer profundo cuando se deja ir con toda la fuerza que tiene, manchándolos a ambos con toda la esencia, agarrando los cabellos de Taehyung con sus manos, haciéndole gruñir.

El orgasmo se le extiende cuando el mayor sigue utilizando su menudo cuerpo para estamparlo contra su extensión y siente toda la corrida de Taehyung llenar su interior de nuevo, su corazón late con fuerza, todo él se siente pleno.

Corresponde de forma torpe el beso dulce que deja el castaño en sus labios, no puede sentirse mejor ahora mismo, tanto, que su subconsciente le traiciona.

- Te amo Taehyung – Libera sin pensar.

El corazón del mayor se desboca irremediablemente, hace tantos años que nadie le dedicaba esas palabras que no puede evitar emocionarse, tanto tiempo solo, sin nadie que le ame, sin nadie a quién amar.

Solo puede volver a besarle con dulzura, envolviéndole con sus brazos, sintiéndose tan feliz después de un largo tiempo que hasta quiere llorar.

Yoongi se siente húmedo, abriendo los ojos y dándose cuenta de que están en el lago, él fuertemente cogido por los brazos de Taehyung que le mira con sus verdes orbes centelleando por la luna reflejada en ellos, un brillo hermoso acompañando a una sonrisa dulce que llena su corazón de emoción.

- Amo verte sonreír – Susurra abrazándose aún más.

- Me duelen las mejillas, no estoy acostumbrado – Deja un casto beso en sus labios.

- ¿Por qué me has traído aquí? – Pregunta mientras se sientan en una de las piedras que les cubre hasta la cintura el agua.

- Tengo que confesarte algo Yoongi – Con cuidado le da la vuelta, sentándolo entre sus piernas para pasar sus brazos por su vientre, abrazándolo – Ahora que sé que me amas, tengo miedo de acabar enamorándome de ti.

- ¿P-Por qué? – Sus ojos pican, se siente confuso.

- Porque ya sufrí demasiado por amor una vez – Responde con tiento – La primera vez que me enamoré me abandonaron sin decirme nada, no pude sacar esos sentimientos de mi corazón hasta hace poco.

- ¿Cómo lo conseguiste? – Susurra cauteloso.

- Porque te besé, Yoongi – Suspira, sonriente – No soy capaz de pensar en nada más que no seas tú.

Se aprieta contra su pecho totalmente feliz, esa confesión le ha quitado cualquier rastro de duda que tuviera sobre los sentimientos que aún podía albergar por su padre.

- Prométeme que tú no me abandonarás pase lo que pase, por favor – Su voz suena como un ruego, casi rota.

- Jamás lo haré – Se incorpora, quedándose de rodillas entre las piernas del mayor – Te amo con cada parte de mi corazón, desde que soy un niño.

- Aún lo eres – Sonríe con dulzura, acariciando su rostro.

- No lo soy – Abulta las mejillas, en disgusto.

- Tan lindo – Susurra acercando sus rostros.

El choque suave de labios parece crear un ambiente especial en el bosque, todas las flore que tenían meses por crecer, florecen de forma desproporcionada, las luciérnagas danzan felices iluminando junto con la luna el lago, los animales que se alegran profundamente de que su señor pueda volver a ser feliz.

Nuevamente se entregan en el lago, con sus cuerpos cubiertos por el agua mágica que parece iluminar sus anatomías unidas como una sola, los gemidos del menor cubriendo cada rincón del bosque.

Un sentimiento que se agranda en el corazón de Taehyung y un milagro que se gesta en el interior de Yoongi.

Taeleficent ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora