Capítulo 2 : Nuestro grupo

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POV. PETER

—¿Dónde estabas? — le pregunté a Evie.

—Me perdí— dijo ella.

Dios mío, llevaba buscándola como media hora, no la encontré en la cafetería, que resulta ser un lugar mucho más concurrido de lo que esperaba.

—¿Y no podías preguntar? — dije.

—¿Y hablarle a un desconocido? — pregunto ella horrorizada.

—¿No le hablaste a nadie?

—Bueno... si, pero no sobre la ubicación de la cafetería.

—Por Dios, Evie— dije riendo — bien vámonos, tengo hambre.

La llevé hasta la cafetería mientras le indicaba algunos lugares que fui conociendo gracias a esa media hora solo, una vez que entramos fuimos por comida. Una hamburguesa con papas fritas. Interesante.

—Que sano— dijo ella sarcástica.

Rei.

Evie no era una chica que soltara muchas bromas, solía ser muy seria con lo que decía, pero siempre la considere alguien graciosa, no muchos pueden disfrutar del privilegio de bromear con ella. Solo yo soy digno de Evie. Después de todo, a veces olvido que somos gemelos.

—¿Qué quieres hacer hoy? — pregunte mientras comía unas papas.

—Ew, no hables con la boca llena— dijo ella —ignorando eso y, respondiendo a tu pregunta, nada.

—¿Cómo que nada?

—No quiero hacer nada, porque no quiero estar aquí.

—Yo comparto ese sentimiento, pero no podemos hacer nada.

—¿Por qué vinimos hoy si las clases empiezan el lunes? — preguntó con una clara confusión en su rostro. Evie siempre ha sido alguien muy expresiva consigo misma, eso me encantaba.

Ella tenía razón, nuestros padres nos mandaron a este lugar un fin de semana, cuando aún faltaban dos días para que empezaran las clases.

—Seguro creyeron que haríamos amigos— dije.

—Pero no lo haremos ¿cierto? — preguntó ella.

Evie no es muy sociable, y puedo ser como ella la mayoría del tiempo, pero... la diferencia entre nosotros es que, mientras que ella no quería amigos, yo si los quería, al menos a veces.

De niños siempre fue el más solicitado, pero prefería pasar tiempo con Evie, siempre sentí que necesitaba de mi protección, aunque ella siempre sintió que debía protegerme a mí.

—Tal vez...—trate de sonar sutil —deberíamos... hacer algunos amigos.

—¿Que? — frunció el ceño —Pero ya los tuviste antes y viste que no funcionó.

Tenía razón en esa parte, no todos mis amigos habían sido los mejores.

—Pues, no por eso debemos condenar a todo el mundo— dije.

(...)

—Es horrible— dije.

Nos habían enviado nuestros uniformes a nuestras respectivas habitaciones, ambos fuimos a la mía para criticarlo.

—Yo no quiero usar esto— dijo Evie.

—Créeme, yo menos.

El uniforme constaba de una camisa blanca con el logo de la escuela, una corbata, unos pantalones grises y un saco azul, no sería tan malo en mi caso, pero Evie... ella echaba humo. Pobre... le tocó usar una falda a cuadros, medias largas y unos zapatos de vestir.

Maldito Internado | AEEI #2✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora