DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈

三十三.UNA GRANDIOSA IDEA.

AÑO 1336. GANGHWA,GORYEA.

Había transcurrido una semana desde el emotivo encuentro entre el Wang Jinki y Taemin, un periodo en el que el Wang, con su corazón exhausto, se hallaba al borde de la muerte. No obstante, la presencia revitalizante de su nieto Taemin actuaba como un elixir milagroso, infundiendo nueva vida a su cansado ser. El Wang se encontraba en un estado de dicha indescriptible, pues aunque el dolor de perder a su amada hija, Woo, aún pesaba en su alma, la llegada de Taemin le ofrecía la promesa de un renacer.

Para el anciano, Taemin se había convertido en el bálsamo que sanaba las heridas del pasado y le brindaba la oportunidad de redimirse. Sentía que Buda le otorgaba una segunda oportunidad para enmendar sus errores y enderezar el rumbo de su vida. La esperanza se había encendido en su viejo corazón, y estaba decidido a aprovechar esta oportunidad divina.

La felicidad que experimentaba el Wang se reflejaba en su rostro, a pesar de la pena que aún persistía por la partida de Woo. Taemin se transformaba en el lazo que unía al pasado con el futuro, y el anciano anhelaba compartir esa conexión con su pueblo, en el majestuoso reino de Ganghwa.

—Taemin, hijo, quiero que el pueblo conozca que eres el futuro Wang Lee Taemin — expresó el Wang con emoción, revelando sus ansias de proclamar la llegada de un heredero destinado a llevar la corona. Los ojos de Taemin se llenaron de sorpresa ante la inesperada revelación de su abuelo. No era lo que esperaba, y su mente se llenó de dudas y temores.

Taemin, con humildad y determinación, inclinó la cabeza y le respondió a su abuelo. Sin embargo, la respuesta no era la que el anciano aguardaba. —Abuelo Jinki, le agradezco sinceramente sus buenas intenciones, pero no puedo ser su sucesor   —declaró Taemin con valentía, desafiando las expectativas de su abuelo.

El Wang, con una mirada llena de convicción, insistió en la importancia de su rol. —Claro que puedes serlo. Eres el único que puede asumir este cargo tan crucial. Te he dicho que mi hijo Taemin, falleció hace un año, y mi nieta no puede acceder al trono mientras haya un hombre antes que ella. Tú eres ese hombre, Taemin. Este es tu destino como miembro de nuestra noble familia real    —afirmó el anciano, creyendo fielmente en el destino que había sido trazado para su nieto. La sala del palacio resonaba con la intensidad de sus palabras, y el futuro del reino de Ganghwa pendía en el delicado equilibrio de esa conversación trascendental.

—Yo lo entiendo, abuelo Jinki, pero también lo lamento. Es imposible lo que me pide. Tengo razones muy poderosas para no ser un Wang  —susurró Taemin con la mirada baja, como si cargara una piedra grande, que lo oprimía.

Su abuelo, sabio por los años de experiencia, se sumió en un profundo silencio. Su mirada penetrante parecía atravesar los pensamientos de Taemin, buscando comprender lo que su corazón le impedía decir. Después de unos momentos que parecieron eternos, el Wang Jinki finalmente habló, sopesando cada palabra como si fueran fragmentos de su propia alma.

—Estoy tratando de entender tu rechazo, y creo que sé lo que sucede.

Taemin alzó la cabeza, encontrando la mirada de su abuelo, cargada de sabiduría y afecto. Frunció el ceño, intrigado por la certeza que emanaba esas palabras.

—No lo creo, abuelo —contestó Taemin, forzando una pequeña sonrisa que apenas lograba disfrazar la amargura y preocupación que bullían en su interior.

El Wang Jinki, con la paciencia que solo los años otorgan, se sumió en un breve silencio antes de revelar su comprensión.

–—Se te olvida que soy un viejo. Comprendo que tu negación se debe a la lealtad que debes guardarle a Satoh Kaito, tu padre. Pero quiero que entiendas que esto es más importante. Nuestro pueblo quedará en manos de otro reinado si no tenemos pronto otro Wang joven, fuerte y que les devuelva la confianza a los pobladores, mostrándoles que seguimos en la lucha por ellos. Las familias confían en nuestras sabias decisiones.