DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈

三十九.LA VERDAD AL DESCUBIERTO.

AÑO 1337. GANGHWA,GORYEA.

 En el palacio de Bughsuan, el aire estaba cargado de pesar cuando Kim Heechul irrumpió con las sombrías noticias. —La reina Ji-Ho ha fallecido. —Sus palabras resonaron en la estancia, dejando a Minho y Taemin atónitos ante la trágica revelación. —Vine en cuanto me enteré. El Wang Dong-Ho, partió hacia Gangneung anoche; los funerales se llevarán a cabo en unos días, agregó con voz grave.

La incredulidad se reflejaba en los ojos de Minho mientras preguntaba, con la voz temblorosa, por la causa de tan repentino desenlace de Ji-Ho. Si bien no la amó nunca, tampoco le deseó nada malo, como la muerte. Heechul, con un gesto de consternación, relató lo que el soldado encargado de comunicar la noticia había revelado. — Simplemente dejó de comer, su cuerpo no pudo resistir más el hechizo que la consumía.

Minho se sumió unos momentos en un silencio sombrío, pero pronto Taemin rompió el pesar compartiendo un rumor que había llegado a sus oídos durante la ausencia de Minho. —El pequeño Yesung, mencionó que una bruja del bosque había hechizado a su madre, manteniéndola confinada en su habitación después del nacimiento de las mellizas. La incredulidad de Minho era palpable —¿De dónde sacaron semejante absurdo? —cuestionó, desconcertado.

Taemin asintió con solemnidad. —Él mismo me lo dijo. Heechul aprovechó para preguntar si ya sabía acerca de los rumores que rodeaban a su hermano Siwon, insinuando el abuso que cometió con la reina Ji-Ho, dando como resultado la paternidad del heredero Yesung. La indignación creció en Minho —Necesitamos volver y esclarecer todo ante mi pueblo. Mi padre y mi hermano no pueden seguir viviendo impunemente después de sus acciones. 

Pero, Min, debes tener cuidado. Podrían hacerte daño antes de que logres hablar con el pueblo.

Heechul apoyó la decisión de Minho —Es hora de exigir justicia. —Y sugirió aprovechar el funeral de Ji-Ho para hacer las revelaciones necesarias. —Todos los habitantes estarán reunidos, será el momento oportuno para exponer la verdad —afirmó con determinación.

Aunque Taemin temía por las posibles represalias, Minho lo tranquilizó con palabras de aliento. —No pasará nada, mi hermoso Tae. Llevaremos tu ejército, contaremos con el respaldo de tu abuelo, aseguró con determinación. Ante la incertidumbre  de su amado. Taemin finalmente se resignó, aceptando la necesidad de actuar con valentía. 

—Está bien, entonces debemos prepararnos. No podemos permitir que esos malvados sigan en la impunidad —concluyó, dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo para defender el honor de su amado, y sobre todo quitarlos del trono que tomaron codiciosamente y a la mala.

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El sol se ocultaba tras las montañas, tiñendo el cielo de tonos dorados y anaranjados mientras la brisa susurraba entre los árboles centenarios del palacio real. El aire estaba cargado de solemnidad y tristeza, como si la misma naturaleza lamentara su partida. Los nobles, cortesanos y súbditos se reunieron en el patio interior del palacio, todos vestidos con ropajes oscuros y semblantes sombríos.

En el centro del patio, bajo un dosel de seda negra bordada con motivos florales blancos, descansaba el féretro de la reina Ji-Ho. Tallado en madera y adornado con incrustaciones de jade y oro, era un tributo a su investidura. Las antorchas ardían a su alrededor, arrojando una luz titilante sobre los rostros afligidos de los presentes.

El Wang Siwon, envuelto en túnicas oscurecidas y con una corona de jade pesada sobre su cabeza, permanecía erguido junto al cuerpo de su esposa. Sus ojos, enrojecidos y húmedos, reflejaban el dolor contenido que amenazaba con desbordarse en cualquier momento. Los dignatarios se agolpaban a su alrededor, ofreciendo palabras de consuelo que apenas lograban penetrar el espeso velo de tristeza que envolvía a todos los presentes.