"Enchanted" - Taylor Swift
Hoy es uno de esos días en los que solo deseas desaparecer sin dejar rastro; se preguntarán ¿Por qué?, bueno es una larga pero corta historia.
Todo comenzó el día en que nací...
Corrección todo comenzó cuando mis padres tuvieron la brillante idea de traer al mundo a un ser vivo que solo sabe valer madres el gran tiempo de su existencia.
Que sepan que yo no pedí nacer, mi maravillosa madre y mi padre me trajeron en contra de mi voluntad, exijo mi indemnización por el solo hecho de respirar aire todos los días.
Desde el primer momento en que salí del útero de mi madre quise desaparecer, vivir es demasiado complicado, no entiendo como a algunos les agrada o no lo entendía hasta que esos preciosos ojos me atraparon.
Y sí, como piensan en los últimos segundos, solo hacía mi queja semanal para poder seguir siendo yo, Xavier, el chico dramático creado por Khiss mi mejor amiga, la escritora que encuentra inspiración en cualquier lugar a cualquier hora y por la cosa más insignificante del mundo.
Bueno, en que estaba...
Ah, sí, ya lo recordé.
Hablaba solo, fingiendo que estoy frente a una cámara grabando un blog, para evitar parecer un gran acosador, viendo a mi esposa dormir al otro lado de la barricada de almohadas que ella misma fabricó.
Aterrizamos hace aproximadamente 10 minutos, el mismo tiempo en que llevo viendo a ricitos dormir plácidamente, viendo cómo su abdomen sube y baja pausadamente debido a su respiración, viendo el rosado de sus mejillas.
Así ni pareces acosador.
No lo soy.
Hay aja, no es como si supieras cuantas veces se ha movido en la cama, o cuantas pequeñas pecas tiene esparcidas por su rostro.
Se acomodó unas cinco veces en la última hora y tiene 18 pecas preciosas, aunque la gran cantidad se encuentra cerca a su cuello.
Claro que no suenas como un acosador.
Viste, no lo soy.
Claro, claro lo que digas.
Devuelvo mi vista al techo cuando ricitos comienza a removerse en busca de una mejor posición.
- Sé que me estabas viendo, Xavier -habla aún con los ojos cerrados, abrazando una de las almohadas de la barricada.
- Me atrapaste con las manos en la masa -me recuesto de costado para verla mejor.
- Pensé que el Xavier tímido había regresado -sus ojos caramelo se encuentran con la noche apagada de los míos.
- No soy tímido ni a palo -nuestras risas se oyen en cada rincón de la habitación.
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Matrimonio a un clic de Distancia
Teen FictionDos casi desconocidos, Las Vegas, un pequeño secreto y una escritora algo loca. ¿Qué podría salir mal?