𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰

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Antes de empezar, si hay textos en cursiva, son pensamientos del personaje.

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La imponente figura de un depredador se hacía notar entre la enorme vegetación. Era simplemente precioso, destilaba energía y fuerza por dónde se le viera.

Las poderosas patas no hacían sonido al caminar, las almohadillas se encargaban de amortiguar cualquier sonido producido por el peso del animal.

El tigre caminaba por la verde maleza sin preocupaciones, era medio día, y había cazado el desayuno desde que se levantó.
Los rayos del sol hacían brillar el pelo del tigre, dándole una apariencia viva a ese color naranja tan característico. Sus rayas negras solo acentuaban la belleza del felino. Aunque su figura se veía esbelta, no lucía tan robusta como la apariencia de un tigre normal, tampoco se veían músculos tan grandes en su cuerpo. También su longitud de 1.90 metros dejaba ver la verdadera naturaleza del felino.
Era un omega.

Su propia existencia era inverosímil, los omegas eran tan raros de encontrar como un diamante.

Los cambiaformas eran algo común en ese mundo, pero el gen recesivo responsable de dar vida a los alfas y a los omegas estaba casi extinto. Por ello ver un cambiaformas con alguno de estos dos géneros era un milagro.

El tigre estaba haciendo una revisión rutinaria de su territorio, generalmente lo recorría todos los días para impregnar su olor en cualquier lugar posible. No le gustaba que nadie se metiera a su hogar. Por ello todos los días se encargaba de marcarlo con su olor, dejando en claro que no deseaba ver extraños.

Había vivido mucho tiempo en ese lugar, a veces algunos cambiaformas visitaban su territorio por accidente pero rápidamente se retiraban para evitar problemas. Solían ser cambiaformas de otras especies, así que no había visto tigres en un largo tiempo, aunque eso no le molestaba para nada.

Era un ser solitario, no necesitaba de la compañía de otros de su especie. Cuando se aburría demasiado solía visitar los territorios de algunos conocidos suyos, como esa pantera negra llamada Ochako o ese puma llamado Denki.

"Bueno, es hora de recorrer los bordes de mi territorio para dejar mi olor" Pensó el tigre caminando hacia su objetivo.

Su territorio era bastante amplio, tenía unos 20 kilómetros cuadrados de extensión. Tenía grandes pastizales, un pantano, un bosque, y un río que pasaba por ahí. Ese río marcaba el final de su territorio, no le interesaba pasar del otro lado. De todas maneras no había nada interesante que le aguardará ahí.

Llegó al río, las aguas estaban tranquilas ese día. Por ese mismo motivo estaban cristalinas, dejando ver el interior del mismo. Podía ver a la perfección las piedras grises en el fondo, podía ver los pequeños peces que se paseaban por el río y podía apreciar las pequeñas algas que estaban creciendo al fondo.

Era una imagen bastante relajante, tanto que el espíritu juguetón dentro del omega estaba siendo tentado a nadar en ese río. No podía evitarlo, a los tigres les encantaba darse un buen chapuzón en un día caluroso.

𝐀𝐑𝐑𝐈𝐄𝐒𝐆𝐀𝐃𝐀 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈Ó𝐍  [BKDK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora