¡Profe, No Borre El Pizarrón! L.S.

10. Se puede arreglar

Pellizco a Zayn por debajo de la mesa. Se queja en silencio, con expresión dolorida.

No puedo creer que me haya hecho esto, le dije que no, que ni siquiera se atreviera a intentarlo, pero, aun así, aquí estamos.

Miro al castaño que está frente a mí y respondo su pregunta con un aire casual.

No puedo creer que Zayn me haya traído a una cita a ciegas.

Sí, la canción y la presentación son más que importantes, pero... ¿Hacerle creer a este chico que quiero salir con él?

Parrish es lindo, es simpático y amable, pero esto es injusto para él. No es mi tipo.

Y ni siquiera es una cita en un lindo lugar. Estamos en la cafetería, apartados en una esquina cerca de las máquinas dispensadoras.

Parrish Kelly está en el equipo de periodismo de la escuela, es educado, gracioso, atento y guapo, pero no quiero salir con él.

—Entonces... ¿Cantarás en el festival? —pregunta.

—No lo sé —respondo—, todo depende del examen de química. Aunque estoy seguro de que he aprobado... He estudiado mucho y he repasado varias veces el examen antes de entregarlo.

—Yo me quedé hasta el final, el examen no fue fácil —comenta extrañado—, no sé cómo tú y Mila Yong han resuelto el examen tan rápido.

—¿Los de matemáticas se han quedado?

—Los del equipo de mate se han quedado hasta que sonó la alarma de cambio de hora —responde.

Oh, rayos... Eso no significa que yo haya desaprobado.

He estudiado mucho.

Tengo la misma capacidad mental que los del equipo de matemáticas, si ellos se quedaron hasta el final no significa que también tuve que hacerlo.

Veo a Wade caminar cerca de la mesa, pido ayuda con la mirada y él se acerca a nosotros fingiendo estar aliviado por haberme encontrado.

—Louis, el señor Styles te busca...Está en la sala de literatura —dice.

Suena tan convincente que hasta yo me lo creo. Por un momento creo que es verdad.

—¿Me busca?

—No, Lou, sí te está buscando —aclara—, la profesora Julie le ha dejado los exámenes de química, recogí el mío.

Me enseña su hoja. Desaprobado.

—Perdón, Parrish —digo torpemente, levantándome del asiento—, tal vez uno de estos días vayamos por un café, debo irme.

Sin oír su respuesta salgo de la cafetería hecha una bala.

Corro por el pasillo, convenciéndome de que no debo estar nervioso.

Llego a la sala de literatura y el señor Styles se encuentra mirando los exámenes, algo confundido.

—Este es tuyo —le dice a Andie.

—Gracias.

Ella toma la hoja y sale del aula, pasando por mi lado.

Ella tampoco se veía feliz.

—Hola.

Él aparta sus ojos verdes de las hojas y me devuelve la sonrisa algo apagada.

—Hola, Louis —saluda—. No te he visto en días...¿Cómo estás?

—Muriendo, Styles —respondo, exhausto, acercándome a él a toda prisa—. Mi examen.

—Eh...

—¿Tiene mi examen? —vuelvo a preguntar.