Era extraño pensar que todo acaba en pocas horas, pero aun con esas salió a comer con su familia, la mañana se la paso... bueno complicada, una pequeña diferencia con su madre, cosa que ya era común, una salida algo tensa con sus abuelos y sus tíos debido a que, pese a que no quieran admitirlo, les decepcionaba mucho ella, las cosas nunca fueron normales tras su nacimiento, que su padre se haya ido y todo eso, cosas que a día de hoy le parecía una estupidez.
-Ankoku- Su madre tomo la palabra -Nos vamos-
-De acuerdo-
Se levantaron de la mesa porque sorpresivamente estaban discutiendo con sus abuelos, lo peor del caso era que estaban en publico, una vez más la abuela le insistía que llamara a su padre para que la viniera a ver, que no era natural una crianza sin padre, su madre contesto que ese tipo ya no era padre de Ankoku desde que él las dejo, uno de sus tíos dijo que igual se alejo por la terrible persona que era su madre, todos en la mesa a excepción de Ankoku le dieron la razón, por lo que se retiraron.
Su madre estaba furiosa, ella solo la seguía con una distancia apropiada, sabía que si se aceraba mucho ella se enojaría, lo mismo si se alejaba demasiado, estaba en el punto muerto perfecto para que ninguno de ambos resultados fuera el que tomara el protagonismo, se subió del lado del copiloto y su madre del lado del piloto, esta dio un grito ahogado mientras golpeaba el volante.
Aparto la mirada el resto del camino, llegaron a su casa y su madre fue directo a una parte del salón de su casa, fue al lado donde tenía un minibar, tomo una botella y usando un vaso que siempre tenía cerca se sirvió un vaso, se sentó en el sofá y dio un suspiro antes de comenzar a beber.
Ankoku se mantuvo callada todo ese momento, fue a su habitación, se encerró y se quedo viendo la puerta esperando a que su madre no llegara a su puerta, algunas veces, era demasiado violenta o muy rara.
Eso hasta que recibió un mensaje a su teléfono, era su novio, le escribía para preguntar por ella, le fue honesto y le dijo lo pésimo que estaba siendo su día hasta el momento, la llamo para poder escucharla, la voz de Ankoku solo era de miedo, de tristeza y preocupación.
El chico le dijo que se fuera en media hora, le daba tiempo a el de llegar con ella y a ella de salir con cuidado dado a que su madre probablemente este dormida para ese punto de su borrachera, ella acepto obviamente con miedo a que su madre la escuchara.
La media hora paso y Ankoku salía de su habitación con cuidado y solamente pisando con sus calcetines sobre la alfombra, debía ser silenciosa porque casi siempre pasaba que incluso cosas del exterior lograban despertar a su madre, por lo que hizo eso, se cambio de ropa y ahora usaba un conjunto de unas medias altas de color blanco con tiras negras, una falda rosa y crop top color azul, tomo sus zapatillas blancas que se llevo horas antes y con cuidado salió de su casa.
Se puso sus zapatillas y se fue corriendo a la esquina de su departamento, ahí se encontraba su novio, Izuku Midoriya un chico perfecto, quizás para su familia un tipo conflictivo y una mala influencia para ella, pero eso no importaba, era feliz con el, sabiendo que el único del que en verdad necesitaba su presencia era el, por lo general no dependía de su familia a sabiendas de que su novio estaba en disposición de casi todo para ella.
Le avergonzaba saber que estando en la universidad ella siguiera viviendo con su madre pero le era rentable, además de que vivía relativamente cerca de su universidad, pero sabía que en caso de que algo pasase, podía dormir en la casa de su novio, claro ignorando a su Roomie una chica de piel morena y pelo rosa, pero todo estaba bien.
Corrió y lo abrazo, hundiendo su rostro sobre el pecho de su novio, sintiendo el conforte de tenerlo cerca y el olor de su colonia, era bonito estar con el, también se tuvo que separar un momento para saludar al otro ocupante del vehículo, una amiga de ambos Momo Yaoyorozu, que por más raro que suene era la verdadera roomie de Izuku solo que por estar en un periodo de internado no a estado en la casa o algo así, honestamente no le presto atención.
¿Cual era el plan? Simple reunirse con la otra parte de sus amigos en una abandonada estación de trenes de carga a pasar el rato.
Dicho y hecho los tres se embarcaron en su pequeño recorrido hablando de cómo tanto Izuku como Momo les desearon un feliz año nuevo a sus padres mediante videollamada, vivir en una ciudad diferente por temas de estudio no siempre es bueno.
Ankoku sonrío ligeramente triste por eso, quisiera pensar que ella y su madre igual tienen una buena relación como los padre de su amiga y novio, pero al menos la tenía, llegaron a la estación y se estacionaron fuera, entrando por la abandonada puerta trasera los jóvenes adultos se abrieron paso por lo pasillos hasta encontrar a otros amigos.
Shoto
Iida
Ochako
Mina
Kemy
InasaUn paseo por las abandonadas vías fue mas romántico de lo que se escuchaba, junto a Izuku solo hablaron de cosas mundanas, cosas como que película les emocionaba que se estrenará, algunos lugares para ir a comer, mientras que con sus amigas hablaron sobre bueno un poco de todo, metas cumplidas su proceso dentro de la universidad.
Momentos agradables, subiéndose a uno de los vagones de un viejo tren contemplaron un plano interesante de la ciudad, siempre era muy movida pero ese día estaba extrañamente calmada, un tono verde y frío se posaba sobre el panorama demostrando una ciudad en paz, sin autos bocinando o el sonido de las masas en las calles, solo el viento soplando con fuerza sobre el lugar.
El grupo se dirigió a sus autos con rumbo a un restaurante de comida rápida, ahora solo estaban Izuku y Ankoku, tomándose de una mano mientras Izuku conducía con la otra, se parquearon y bajaron en conjunto, para su suerte el restaurante estaba vacío.
Izuku y Ankoku se sentaron juntos mientras el otro grupo se sentaba en otra mesa molestándose entre ellos lanzando un poco la comida.
El punto final todos se fueron a sus casas mientras que otros se quedaron con su pequeño festejo.
Ankoku, Izuku, Momo, Tenya se quedaron a una última actividad, quemaron véngalas en un estacionamiento vacío, liberando todo, todos fueron a dormir en sus autos.
-Te amo Izuku-
-Yo igual Ankoku- la beso suavemente en los labios - Feliz año nuevo.