Adios Italia, adiós universidad

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Ya había sido regañada por el Doctor, por culpa del sonido de llamada de mi celular.
Estábamos en examen y el idiota de Vincenzo no paraba de llamarme ¿que quería?.

—Cassano, apague su celular—Me reprendió de nuevo el Doctor, asentí con vergüenza y puse en modo avión mi celular—Que sea la última vez que esto sucede. Estamos en examen, saben que deben apagar sus celulares.

—Lo lamentó Doctor, no volverá a ocurrir.

Seguí contestando mi examen, o más bien, suplicándole al cielo que me iluminara y se me vinieran a la mente las respuestas que me hacían falta. Me arrepentía de haber preferido "ser feliz" y haberme ido a dormir a la 1:00am y no haber repasado más.

Todos nos giramos de nuestros pupitres cuando el sonido de alguien tocando la puerta sono. Era una de las secretarias.
Entro y fijo su mirada en mi, mierda ¿se habrán dado cuenta de que hace dos días robee el examen de pediatría del recién nacido del celular del Doctor Ranieri?.
Imposible, Chiara y yo habíamos sido muy discretas y no dejamos rastro alguno.

—Perdón por interrumpir. Cassano, su hermano pasará por usted, recoja sus cosas—Aviso la mujer, yo fruncí el ceño.

—No puedo, tengo que terminar este examen.

—Es una emergencia familiar, tome sus cosas y venga a dirección—Dijo por última vez y se retiro. Las miradas de todos se posaron en mi de inmediato.

Conteste las preguntas que me restaban, sin estar segura, eso era mejor que dejarlas en blanco. Tome mi mochila, me despedí con la mano de Chiara y salí del salón.
Llame a Vincenzo ¿una emergencia familiar? Eso sonaba bastante mal, algo había pasado.

—Vincenzo ¿que está pasando?—Dije en cuanto escuche su voz.

Nos vamos de Italia esta noche. Despídete de quien tengas que hacerlo porque no volveremos nunca—Dijo sonando bastante serio, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

—¿Que mierda dices? No quiero irme de aquí—Conteste a la defensiva.

Deja de perder el tiempo, despídete porque una vez que te recoja, no tendrás mas oportunidades de decir adiós.

Fue lo ultimo que dijo, me había colgado.

No entendía una mierda, solo sabía que tenía que obedecerlo.
Corrí al salón de Niccolo, por suerte, él estaba fuera con sus amigos.

—Carina ¿no tenías examen de pediatría?—Camino hasta mi y colocó sus manos en mis caderas.

—Niccolo... Necesito hablar contigo a solas—Tartamudee, él frunció el ceño y me tomo de la mano para alejarnos de sus amigos.

—¿Que te pasa? ¿Te fue mal en el examen?—Pregunto mientras intentaba que hiciéramos contacto visual. Una vez que fue así, se me aguaron los ojos.

—Me voy del país y no volveré nunca.

Abrió los ojos sorprendido. Yo agaché la mirada para reprimir mis lágrimas.

—¿Como que te vas? ¿¡De que estás hablando!?—Me tomo de los hombros, estaba muy alterado y confundido.

—No se que está pasando pero Vincenzo tiene problemas, al parecer muy graves y dejaremos el país—Volví a mirarlo, ahora era el, el que iba a llorar.

—No puedes irte, no puedes dejarme—Tome sus mejillas para callarlo con un beso.

El me sujeto de la cintura, intensificó el beso.
No sé cuánto tiempo pasó, pero fueron algunos minutos en los que nos besábamos.
Era la última vez que lo vería, sabía que mi hermano no exageraba nunca, si decía que no volveríamos era porque si lo hacíamos, él y yo corríamos el riesgo de morir.

𝑹𝒊𝒎𝒐𝒓𝒅𝒐 | Hanseo-Hanseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora