A Dubious Dinner (Bullfrog x Reader)

Chapter one

Las puertas de metal se abrieron con un silbido metálico cuando la alcaldesa apareció a la vista. Todas las cabezas se pusieron firmes cuando ella entró en la habitación impecablemente blanca. Todos excepto Dolph, quien deliberadamente miró a cualquier parte menos a ella. Tú, junto con los demás, habíais reprobado su última misión terriblemente. Casi todo lo que tenía la posibilidad de salir mal, lo hizo. Su furia era evidente en su rostro.

Pesadas puertas metálicas se cerraron detrás de ella mientras hablaba. "No puedo creer que ustedes lo hayan jodido tanto. Tenía todo planeado y configurado para ustedes". Y aún así lograsteis encontrar grietas minúsculas, clavándoles una gran cuña con un mazo. Los ojos de color marrón claro perforaron agujeros en la parte posterior de la cabeza de Dolph.

"Excepto que, a través del caos de todo esto, dos de ustedes realmente aguantaron su mierda", la mirada penetrante de Sarah cayó sobre ti.

Aunque estabas siendo elogiada, no pudiste evitar encogerte ante su mirada.

"Tú y Bullfrog se desempeñaron excepcionalmente bien. Así que tengo una misión especial para ustedes dos".

No pudiste evitar mirar fijamente a la rana que estaba al otro lado de la habitación. Aunque estuviste corriendo sin pura adrenalina todo el tiempo, era cierto. Tú y Bullfrog fueron los únicos que completaron con éxito sus tareas durante el atraco. Se suponía que el grupo había secuestrado a una persona de especial interés mientras viajaban. Mata a los demás pasajeros y deshazte del vehículo de forma completa pero discreta. Se desconocía la importancia de dicha persona, la alcaldesa se negó a dar más detalles. Todo el grupo de trabajo sabía que tendrían un automóvil esperando para recoger al rehén en un lugar determinado.

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Nada salió según lo planeado. Pey'j mató prematuramente al conductor del rehén, la forma más fácil que vio de tomar el control del vehículo. La acción le costó, lo que obligó a Pey'j a tomar el volante ya que el resto de sus tareas fueron automáticamente delegadas a todos los demás. Dolph se defendió de los vehículos de apoyo que lo rodeaban y se paró descaradamente encima de la camioneta blindada mientras atacaba a los otros autos. Los trozos de metal a veces se convertían en metralla y las piezas chocaban con el resto de los vehículos.

Bullfrog ya había terminado su tarea dentro de la camioneta. El resto de los guardaespaldas que estaban dentro fueron rápidamente masacrados. Bullfrog siempre iba por la garganta, la arteria particular en el costado del cuello era el método más rápido. La rana asesina disfrutó de una buena pelea, pero allí no encontraría oponentes dignos. Simplemente retrocedió para permitir que tú y Jade terminaran de atar al rehén.

 A pesar de la obvia naturaleza sangrienta del trabajo de Bullfrog, sus movimientos eran ágiles y decididos. La mayoría de las veces, sus ojos se detenían en el híbrido por más tiempo del socialmente aceptable. Si tuvieras que ser honesto contigo mismo, estabas enamorado de Bullfrog desde el momento en que todos fueron secuestrados y obligados a trabajar en contra de su voluntad. Le robabas miradas cuando podías, tratando de decidir si realmente te estabas enamorando mientras estabas cautivo. La idea era ridícula. Pero entonces oíste hablar a la rana y todo terminó.

El híbrido tenía una línea de trabajo fría e implacable. Pero Bullfrog mató y masacró con orgullo. Se sentía honrado de hacer su trabajo y lo hacía jodidamente bien. Inquietantemente bueno. Cada vez que mirabas a Bullfrog no podías evitar verlo como el híbrido amigable y encantador que te empezó a gustar. Pero era el último de su especie y había mucho en juego en su éxito. Mucha sangre en las manos verdes y palmeadas. No te importó, de hecho lo admirabas por eso. La pequeña cantidad de sangre que llevabas en tus palmas fue el resultado de puro impulso. Reprimiste esos recuerdos, pero aún podías escuchar los débiles gritos a altas horas de la noche, cuando todo estaba demasiado tranquilo.