¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Han… pero que has hecho – La habitación permanecía en silencio mientras la sangre cada vez se regaba más y más cubriendo un cuerpo que yacía tirado al pie de las escaleras – Lo mataste –
–No te atrevas, yo no lo hice, te vi… te.. vi – las sirenas se empezaban a acercar y luces azules y rojas entraban entre las rendijas de las ventanas – Ni siquiera me he acercado – policías entraron de golpe a la casa – Por favor, debes atraparlo, ha matado a su hermano –.
–se ha vuelto totalmente desquiciado… lo lanzó – un falso llanto inundó la habitación y los policías corrieron hasta el menor quien gritaba y negaba tales acusaciones –.
(…)
–El estado condena a Han jisung culpable por homicidio en primer grado contra choi SeoJoon, hijo menos de la familia Choi y hermano de su ex esposo choi yeonjun, y los jueces lo condenan a 30 años de prisión sin derecho a rebajar la pena –.
Han jiung había sido engañado por su ex esposo y su amante, ahora estaba condenado, su familia le había dado la espalda y ya estaba sentenciado.
(…)
-Bienvenido princesita, aquí tienes – El hombre robusto de mediana edad que miraba al menor como un león mirando su presa, le entregó una bolsa color negra con algunos pantalones que apenas me habían dejado conservar, una zapatos gastados y un cepillo de dientes para guiarlo entre los pasillos llenos de gritos y risas desesperante –.
Jisung abrazaba la bolsa mientras caminaba a paso rápido siguiendo al guardia, intentando ignoraron los gritos, chillidos y palabras salidas de algunos hombres pegados a la reja de sus correspondientes celdas.
–Llegamos a su castillo, señorita – el sonido fuerte de una canción abrirse hizo a jisung dar un pequeño salto, entró a paso lento y luego fue empujado por la reja al ser cerrada -
La habitación era algo oscura y habían dos camas una a cada extremo de al celda, un retrete y una ventana justo arriba con barrotes gruesos que apenas y entraba un poco de luz.
Ahora este seria su futuro, solo cuatro paredes grises y llenas de polvo y algunos huecos que solo daban a otra pared.
– Oh si, me dijeron que vendría alguien nuevos – una voz gruesa salió de algún lado mientras jisung entrecerraba sus ojos para ver el rincón oscuro de la habitación y descubrir de que bestia se tratase, pero una silueta delgada lo hice retroceder y la luz se encendió dejando ver a un chico de estatura baja, cabello pintado de azul y un rostro bastante diferente al que había imaginado – Bienvenido entonces, no te preocupes, no muerdo, tu cámara será la del lado izquierdo porque en las mañanas cuando las luces se encienden dan más de ese lado y yo odio que me despierten las luces – El peliazul daba indicaciones mientras señalaba la pequeña cama –.