ENEMIGAS Y ALGO MÁS || FREENBECKY

VISITA SORPRESA.

El avión finalmente había aterrizado. Freen sintió que era levemente sacudida y Becky comenzó a susurrar en su oído para despertarla.

-Freen- dijo llamándola- ya hemos aterrizado-le informo. La pelinegra abrió lentamente los ojos y se acomodo en su asiento- parece que si estabas cansada- dijo sonriendo- has dormido todo el viaje.

-No he descansado muy bien estos días- dijo. Becky arrugó la frente y Freen vio claramente eso- no comiences con eso de nuevo Becky, necesitaba dejar las cosas lo mejor posible antes de irme por unos días.

-Como sea- contestó parándose.

Freen rápidamente desabrochó su cinturón e imitó su acción. No cabía duda de que las personas poco a poco iban a comenzar a caminar viéndolas, y entre ellas, estaba Nam. Aunque ignoraba completamente todo lo que su secretaria sabía.

-Becky...-dijo queriendo llamar su atención. La castaña rápidamente había captado un poco aquella mirada de pánico.

-No te preocupes- comenzó Becky mirándola- No hace falta que digas nada. Me voy a adelantar, mi secretaria debe estar buscándome. Y con respecto a lo del hotel, voy a comprender la decisión que tomes, después de todo no me sorprendería que suceda lo que pienso- dijo la castaña antes de comenzar a caminar como las demás personas.

Becky le había propuesto algo en el corto tiempo en el que ella había estado despierta. Si bien no le había dado, una vez más, la mejor respuesta, parecía que el asunto había sido zanjado en ese momento.

Pero era obvio que Becky ahora se mostraba claramente molesta por eso ¿hasta cuándo? Era la pregunta que le había retumbado en su mente. Si bien el asunto de su "amistad" también había llegado hasta París ¿Por qué seguía comportándose así? Becky dijo que iba a respetarla y ella sinceramente no dudaba de que fuera así, serían las "amigas" frente a los ojos de todos.

Quizás la castaña estaba exagerando un poco con su reacción, pero como le había dicho, ella tampoco tenía justificación para seguir apartándose de aquella manera.

Becky estaba dándole el espacio que le pedía, pero ¿era realmente necesario? ¿Qué era lo que le molestaba con exactitud? ¿Desde cuándo tenía en cuenta lo que los demás opinaran de ella?

-Señorita Sarocha - dijo Nam apartándola de sus pensamientos- ¿se encuentra bien? Se ve un poco pálida.

-Sí, Nam -contestó aclarándose la garganta- ahora me encuentro bien- contestó mirándola a los ojos. Nam encontró ahí muchas cosas nuevas de su jefa, pero como siempre, no iba a mencionar nada al respecto- vámonos- ordenó recuperando su tono de mando habitual.

Que la joven secretaria lo aparentaba todo el tiempo, no significaba que fuera una ignorante.

Nam, desde unos asientos atrás, había visto claramente a Becky sentarse junto a su jefa.

Había comprendido en ese momento porque no habían estado la una junto a la otra, aunque estaba claro que Freen no tenía nada que ver ya que no había visto en ningún momento que ella pidiera los boletos especificando algún asiento por ser ella.

Había caminado detrás de la pelinegra durante todo el tiempo mientras estaban en el aeropuerto, la había visto que observaba en varias direcciones diferentes, como si estuviera buscando a alguien, inclusive a veces aparentaba que iba a cambiar de rumbo, pero finalmente decidía seguir con su camino.

Nam obviamente no iba a pedir explicaciones a su jefa de eso, pero se preguntaba qué era lo que había sucedido durante todo el vuelo.

Había visto como claramente Becky Armstrong se había parado y se habían puesto a decir unas cortas palabras, por la distancia y demás ruidos del avión no había podido escuchar, pero las facciones de ambas hablaban por sí mismas, fue completamente raro haberlas visto separarse sin siquiera una despedida, aunque comprendía que no iban a hacer una cosa así en público.