Exótico +18 • JJK (COMPLETA)

Setenta y seis

La investigación contra Oh Sehun fue un tanto estresante para Sana, tener que prepararse para el juicio que se haría la involucraba al ser su esposa. Con JaeHyun más recuperado de su herida, Sana decidió escogerlo como su abogado para ese caso, Jae aceptó sin ningún problema con el fin de ayudarla a tener la custodia completa de Naomi junto al divorcio, reunir la evidencia esta vez no fue tan complicado, Sehun estaba jodido y ni siquiera su "influencia" con políticos o personas de alto rango lo ayudarían a salir, con lo obtenido de la caja fuerte comenzaron a caer los nombres que aparecían allí, las chicas del club obtuvieron su pase a la libertad, las noticias no dejaban de hablar sobre el caso de prostitución, trata de mujeres y homicidios en el club Dreamers, JooHee tenía que cambiar siempre de canal queriendo dar vuelta a la página, tampoco era algo que quisiera que fuera escuchado por las niñas, Suho tenía varios cargos de homicidio, Bellina y HyeJun no eran las únicas mujeres a las que había asesinado, ambos primos tenían muchos años por delante en la cárcel. Nayeon terminó contándole la verdad a sus padres cuando no soportó seguir mintiéndoles, obtuvo el apoyo de ellos junto a ayuda profesional, ayuda que JooHee comenzó a notar que necesitaba.

Cuando Sehun fue a la cárcel por sus crímenes, la chica soñaba que estaba en ese club una vez más, soñaba que esos clientes volvían a poseerla con rudeza y morbo sin importarle que ella se negara. Despertaba hiperventilando entre temblores que acababan despertando a JungKook también, las citas con la psicóloga fue algo que poco a poco trajo paz a su mente, era un proceso que tomaba tiempo, pero que no era imposible. Esa vocecita malvada intentaba hacerle sentir culpable por todo lo que pasó, esa que le recordaba que incluso si formaba su vida con JungKook...siempre estaría manchada por haber sido una prostituta, también estaba la voz que la animaba a seguir adelante tanto por ella como por esas niñas, era una lucha consigo misma. El caso de HyeJun quedó resuelto cuando el mismo Suho terminó confesando como fue el asesinato de la mujer, para JungKook trajo paz, el culpable estaba en prisión, tristemente su madre no volvería, pero al menos el muy hijo de puta estaba pagándolo.

Sana al obtener el divorcio tuvo parte del dinero que Sehun tuvo que pagar a cada mujer que había jodido en su vida, JaeHyun se encargó de conseguir que todo el dinero que una vez fue de ese hombre quedara bajo el control de Sana, al principio no estaba orgullosa de tener un dinero que venía de esa manera, con la cabeza más tranquila hizo un depósito a cada mujer del club incluyendo a JooHee, el dinero fue dividido por igual trayendo una mejor calidad de vida a todas, empezando por la pelinegra quien pudo comprarse su propia casa, una con tres habitaciones, un jardín hermoso, una cocina espaciosa que podía tener tres o cuatro personas allí al mismo tiempo...

¡Ah!, aquella mujer Katie que solía ser como la coordinadora de las chicas en el club...también fue presa por ser cómplice y culpable del abuso sexual que vivió Karina.

Todo comenzó a caer por su propio peso.

Cuatro meses después

La música acompañaba el almuerzo en la terraza, la mesa alargada permitía que los presentes estuvieran sentados junto al otro, había comida en abundancia acompañadas de bebidas que eran servidas por algunos, el clima era perfecto para una parrilla entre amigos. Al estar en la terraza se podía ver la ciudad a unos metros, las demás casas del vecindario, la calle, los edificios en la distancia, un bonito panorama en realidad. JooHee tenía a HeeJin en sus piernas masticando la carne suave que su madre le daba, HeeRan dejaba que JungKook le sirviera en su plato un poco de la parrilla cortándola más pequeña para ella, frente a la pareja estaba Sana con Naomi en brazos y JaeHyun a su lado, entre esos dos...algo estaba formándose. Nayeon y TaeHyung habían hecho oficial lo suyo, eran tres parejas que se conocieron en un momento inoportuno. JungKook atrajo la atención de todos al colocarse de pie dando suaves toques a su vaso.