Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.

Parte 14- Ya es hora

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NARRA PEDRI

Antes de que pudiera rozar su brazo, Alex negó con suavidad indicándome con la mirada que me quedara quietecito y volviera al banquillo junto a Ferran ¿Pero como iba a hacerlo? No podía dejarla sola con ese individuo. A saber que clase de chantaje le estaba haciendo para que ella hubiera accedido a presentarse a su lado como su "hija". Pero lo acepté a regañadientes, hasta que la situación empeoró aun más cuando después del discurso de bienvenida que dio, Vicente se atrevió a cogerle el brazo a mi mujercita y estirarla disimuladamente para sacarla del vestuario seguido de Vincent. 

Sin dudarlo me puse en pie y los seguí. No iba a dejar que se fuera sola con ellos y me daba igual que todo el equipo me viera ir detrás.

-Alex, Alex, para- la llamé consiguiendo que tanto ella como su padre y Vincent se dieran media vuelta para mirarme. 

-Pepi..- balbuceó con pena negando.

-No te vayas con ellos, por favor- di otro paso al frente para coger su mano y estirarla en mi dirección, pero ella intentó escurrirse. 

-No lo entiendes.. debo...hacerlo- dijo con dificultad bajando el tono de voz para que su padre y Vincent no la escucharan. 

-No, no lo entiendo, pero me da igual que.. te haya podido decir, no quiero que te vayas con ellos- luché por hacerla entrar en razón.

-Pedri.. tu carrera, el ahora va a estar aquí.. yo no.. puedo dejar que todo esto se fastidie- me rebatió con pena.

-Alex es mi carrera, y tu eres mi mujer..Me da igual que Vicente del Bosque esté de segundo, tercero o cuarto entrenador, joder.

El padre de Alex soltó una risa irónica que hizo eco en toda la sala. 

-Un pequeño error, según tengo entendido, ¿No estáis casados no Alex?- se acercó a Alex por la derecha para apartarla de mi lado- te podrías ir en cualquier momento y abandonar a una pobre mujer con su hijo..

Parpadeé varias veces sin creerme lo que acababa de sugerir.

-Eso no es verdad, y Alex lo sabe perfectamente- lo corté con rabia. 

-Bueno, solo se que no te has casado con ella, y que eso solo significa una cosa para vosotros futbolistas, yo también lo fui, y se lo que significa- ironizó, pero no iba a permitir que siguiera manchando mi nombre de esa forma.

-No me he casado con ella porque no ha habido ocasión de hacerlo- salté cortándolo de una. Cuando lo tenía todo preparado para hacerlo en Tenerife, pasó lo de la lesión de Gavi y nos tuvimos que volver a Barcelona- pero pienso hacerlo- cogí la mano de Alex y la levanté para que el gilipollas de su padre viera el anillo que descansaba en su dedo. No estábamos casados aun, era cierto, pero eso no significaba que mi compromiso con ella y mi hijo no fuera real. Para mi era mi mujercita.

-Es solo un anillo- se encogió de hombros.

-No es solo un anillo- miré a Alex buscando que ella dijera algo más, pero se había quedado helada sin hablar- cariño.. amor- entrelacé nuestros dedos con cariño y la miré a los ojos- ¿Estamos juntos en esto recuerdas? vámonos a casa.. con Pedro..

A penas pude acabar la frase cuando se oyó un pequeño llanto justo por detrás de nosotros. Fer apareció con Pedro en brazos. Mi hijo estaba muy enfadado, con los ojos vidriosos y la carita hinchada de llorar. Reclamaba la atención de su madre al igual que yo.

-No podemos calmarlo.. lo siento..te busca a ti..- se disculpó Fer acercándose a Alex con Pedro. Mi hijo al ver a su mama abrió sus bracitos para que su mama lo cogiera y Alex no pudo decirle que no. Lo cogió con cariño y empezó a mecerlo de un lado a otro. Pedro era su punto débil.