Naruto, ¡Deja de arruinar los cuentos de hadas!

Prólogo: El inicio de un cuento magico

Era un día hermoso las aves cantaban y los niños corrian a jugar, pero no todo era asi,¿¡Cómo que me tengo que ir!? Fue la exclamación de un joven de aproximadamente doce años, este joven es Naruto Uzumaki el tercer cárcelero del zorro demonio de nueve colas y ultimo muerto de su generación en la académica.

Tristemente para ti mocoso asi es, no eres lo suficientemente fuerte para no tener un entrenamiento. Le contesto una mujer hermosa de unos veinte y tantos años al pequeño rubio.

Pero eso es injusto abuela. Intento reclamar pero fue interrumpido cuando recibio un golpe en la cabeza.

¡A quien llamas abuela maldito mocoso! Fue la queja de Tsunade al pequeño rubio que solo pudo sobarse con ambas manos la cabeza, la mujer realmente pegaba duro y él lo sabia muy bien.

Y muchos diran de que se esta quejando el niño, pues es más facil de lo que se cree, él debe salir del pueblo por 3 años para hacerse más fuerte y esto él lo aceptó pero su maestro, su maestro en cambio, bueno digamos que es uno de los mayores pervertidos no sólo de la aldea sino de todo el mundo.

Lo cual él podia ver a leguas que seria un maestro de mierda, como su maestro jounin solo que este último almenos le enseño algo de control básico de su chakra, en cambio su nuevo maestro lo unico que iso fue enseñarle a invocar sapos, caminar por el agua y casi morir en un intento de que tomara un poder que él nisiquiera deseaba poseer, almenos no a la fuerza.

Y, cuando me tengo que ir. Fue la simples y frias palabras de naruto al ya no ver algun argumento, sabia que la mujer era inteligente pero tambien sabía que ella era muy confiada más cuando se trata de algo que sabe que es bueno.

En dos semanas ya cuando salgas del hospital, además de los chequeos rutinarios que shisune debe realizarte para ver si ya sanaste lo suficiente, y uno que otro para ver si no tienes algun daño severo en el hombro y pulmon derecho.

... Él no queria hablar más ya era lo suficientemente malo que su supuesto amigo lo haya intentado asesinar, ahora con esto sabia bien que era para su bien pero aun no le gustaba eso, y empezó a recordar, su infancia no fue nada de lo que le guste hablar por lo que siempre intentaba no tener muchos pensamientos de esa epoca.

Mientras el rubio estaba en su mente la mujer se empezó a retirar, aunque no lo dijera en voz alta ella apreciaba al pequeño nudillo pero sus traumas aún persisten en su mente causando sierto rechazo a la idea de que él sea más que un mocoso, la idea de intentar adoptarlo una ves más abandono su mente pero se prometio mentalmente en apoyarlo almenos como una figura de hermana mayor.

Muchos diran que el chico era muy  imperativo, extrovertido e incluso algo idiota, pero eso no es realmente verdad, él, Naruto Uzumaki es más que solo eso, si él es más que un idiota sin futuro, él es uno de los mejores en el sigilo no por nada podia evadir a ninjas de rango ambu a los 7 años usando un mono naranja fosforescente que grita matame, también es uno de los mejores de su generación con las trampas ya que siempre practicaba con sus bromas.

Odio esto, no era su momento más feliz en la actualidad ya que bueno, tenia que ir con un viejo rabo verde que solo piensa en mujeres y en como tocar sus cuerpos, algo muy pero que muy estupido según él.

Para que tocar pechos, ni que fueran algo sagrado o alguna de esas cosas místicas. Nunca lo diria pero lo pensaba muy seguido, y no lo decia solo porque Tsunade era una mujer con mucho pecho, y este dato solo lo sabe llaque Jiraiya se lo dijo justo el dia antes de encontrarla.

Oye gaki, ya es hora de irnos. Una voz vieja, y que el no deseaba oir llego por la ventana nunca lo diria pero odia su voz tanto como el menma en su ramen, y eso solo por su nulo deseo de ser un verdadero maestro.