- La Cena

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Al llegar la tarde cada uno se fueron a sus respectivas habitaciones para empezar arreglarse —Mylo, ¿Estas aqui?— pregunto Vi mientras asomaba la cabeza por la puerta.

—Aquí, estoy vivo— dijo Mylo mientras se miraba al espejo con el traje, este tenía una camisa blanca de botones y un pantalón de vestir de color azul oscuro.

—Wow, ¿donde esta Mylo y que hiciste con el que no se baña?— pregunto Vi mientras reían —te ves bien— dijo Vi mientras caminaba hacia la cama y se sentaba.

—Gracias Vi— volteando los ojos ante el comentario de la pelirosa —ya se que soy un encanto— dijo egocéntrico mientras se miraba al espejo —en el closet quedó una camisa y un pantalón por si lo quieres usar— dijo mientras miraba a Vi por el espejo.

—Gracias, me salvaste de la incomodidad— dijo mientras cogia el traje y se iba.

Al meterse a la ducha se sintió en el cielo, no sabía que bañarse se sentía tan bien. Al salir se sentía tan limpia, se sentía nueva.
Terminó de prepararse y se miró al espejo, se quedó asombrada, de un momento a otro cambió de usar ropa sucia, vieja y rota a usar un traje elegante para solamente cenar. Al salir ya todos estaban listos, Claggor tenía una camisa de color blanca y pantalón gris y Vi tenía una camisa de botones blanca y pantalones de color vino.

—Chicos ¿ya están listos?— preguntaba el chófer mientras entraba por la puerta principal.

—Estamos listos— dijeron los tres para salir y montarse en la limusina.

—¿Nerviosos por conocer a los Kiramman?— pregunto mientras bajaba el cristal oscuro que los separaba en la limusina.

—Si, tengo una pregunta— dijo Vi.

—Dígame Violet— dijo atento a la pelirosa.

—Primero, soy Vi y segundo ¿Porque nos vamos en auto si estamos al lado?—pregunto confundida.

—Lo pensé, pero la señora Kiramman quiere una entrada formal— dijo mientras subía el cristal.

Al llegar, tenían que pasar un gran portón para poder entrar a la casa Kiramman, estos tenían unas letras que decían Clan K's. La casa era bastante privada y tenía un patio del tamaño de su nuevo hogar. Al llegar a la puerta principal salieron los Kiramman. El chófer se bajó y nos abrió la puerta, primero salió Claggor y después Mylo. Yo me quedé unos segundos pensando en todo lo que estaba pasando cuando una voz interrumpió mis pensamientos

—¿Estas bien, Vi?— pregunto Martin.

La pelirosa se limito asentir, tenía tantas cosas en la cabeza y los nervios de conocer a los Kiramman no la ayudaban en nada. Cuando se bajo vio a la gran familia de Piltover, podría haber estado frente al mismo Dios y aún así su mirada se hubiera desviado a esos ojos azules. Cuando los vio fue como si todo hubiera desaparecido, solo fueron unos segundos pero Vi los sintió como una eternidad, estaba pausada viendo esos ojos hasta que la voz de la señora Kiramman la hizo quitar la vista de la peliazul.

—¿Tu debes ser Violet? La prodigio en el boxeo ¿no?— dijo Cassandra mientras se acercaba a ella y le extendía la mano.

—Por favor, dígame Vi, mucho gusto señora Kiramman— dijo la pelirosa devolviendo el saludo.

—Cassandra digame Cassandra— dijo soltando el saludo —te presento a mi esposo Tobias, él es un importante doctor— continuo mientras estos se extendían la mano —y ella es Caitlyn, mi hija y futura consejera— Vi la miro e intento no perderse de nuevo en sus ojos, le extendió la mano un poco nerviosa, Caitlyn le correspondió el saludo y le sonrió amablemente.

—Bueno, les presento a Claggor y Mylo, son como mis hermanos— dijo Vi mientras los señalaba ignorando lo anterior.

Los Kiramman los saludaron y luego entraron a la casa, si por fuera era hermosa por dentro era más, era bastante espaciosa y lujosa. Podría apostar que cada cosa de esta casa costaba más que su sucia vida. Se dirigieron y acomodaron en la mesa a esperar la comida.

—Vi, cuales son tus planes a futuro— pregunto Cassandra tomando por sorpresa a la pelirosa, ella sabía que quería un futuro, pero no sabía cuál.

—Si le soy sincera, aun no lo se, solo quiero sacar a mi hermana de Zaun— dijo Vi pensando que estará haciendo Powder ahora, seguro le debe estar dando problemas a Vander *sonrío*

—Esta bien, poco a poco vas a descubrirlo y te ayudaremos, Caitlyn esta en la universidad en la que vas a estar así que espero que se apoyen mutuamente— dijo Cassandra despreocupada —Caitlyn, ¿porque no le muestras a Vi como van?  Haci puede estar preparada para el Lunes.

—Claro, madre— dijo mientras se paraba de la mesa haciéndole una seña a Vi para que la siguera.

Vi estuvo todo el camino observando la gran casa de los Kiramman, sentía que hasta un moco de estos señores costaba un dineral. Al llegar a la habitación quedo más asombrada por lo grande que era, Caitlyn la miro y sonrió al ver el asombro de la pelirosa.

—¿Te gusta?— pregunto Caitlyn viendo a Vi.

—No se que decirte, es lindo— dijo mientras entraba y miraba todo a su alrededor —en mi antigua "casa" dormía en una cama que era la mitad de la tuya.

Caitlyn la miró con comprensión, seguramente había pasado por mucho.

—¿Te puedo hacer una pregunta?— preguntó.

Vi dejo de enfocarse en la habitación para mirar a Caitlyn y asintió.

—¿Te gustan las fiestas?— pregunto Caitlyn mientras cogia una libreta de un cajón.

—La verdad... nunca he ido a una, las fiestas del suburbano se ponen medias raras, no pienso aclarar porque— dijo riendo y luego apartar la vista de la peliazul y seguir viendo la habitación.

—Toma, aquí están todos los apuntes, mañana me los traes— dijo para darle la libreta y después acercarse a la puerta —mañana por la noche iremos a una fiesta, iré de compras por la tarde para que me acompañes y compres ropa, creo que la que esta en tu closet no te gusto— dijo mientras miraba a la pelirosa de arriba a abajo sonriendo.

Vi solo sonrió y salió de la habitación.

En la cena Vi escuchaba a todos hablando, menos ella. Estaba pensando en la propuesta de Caitlyn —No esta mal, ¿no? Solo iría a una fiesta con la hija de los Kiramman— dijo Vi en su mente mientras comía, la pelirosa alzo la mirada y miró disimuladamente a la peliazul, quien para su sorpresa también la miraba. Vi no sabía que estaba pasando, pero sentía una pequeña atracción por la menor de los Kiramman.

Todos habían acabado de comer y estaban a punto de irse. Los dos mayores de los Kiramman se despidieron y les desearon las buenas noches. Los chicos se montaron a la limusina y cuando Vi estaba a punto de montarse escucho una voz dulce hablarle.

—Buenas noches, Vi— dijo mientras de recostaba levemente en la esquina de la puerta —espero verte mañana— dijo para volver a entrar.

Vi no había notado la vestimenta de la peliazul pero se veía como una diosa, no era religiosa pero a ella sí le rezaría todos los días. Tenía un vestido morado que le resaltaba la figura y le llegaba más abajo de las rodillas.

Dejó de mirar a Caitlyn y le sonrio. Cerró la puerta del auto lujoso y al acomodarse vio como los chicos tenían la vista fija en ella con una mirada cómplice.

—Buinis nichis, Vi, ispiri virti miñiti- dijo Mylo imitando a Caitlyn —Por Dios Vi, ¿no llevas ni un día y ya te tiraste a hija de los Kiramman?— dijo Mylo haciendo reír a todos.

—No, no me la tire ni me la tiraré, vine con un propósito y el amor no está en mis planes— dijo Vi poniéndose seria.

—Pero no puedes negar que tiene esta linda, creo que la conquistare— dijo Mylo nuevamente egocéntrico haciendo reír a todos una vez más.

Creo que esta nueva vida le afectó el cerebro.

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Arcane - Amor Y OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora