23 Jiwoong

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Por los altavoces del local suena música antigua de shine y sonrio. A mi madre le encanta este grupo y, la verdad, escuchar su música sigue gustando a la gente. Solo hay que ver cómo se divierten.

Pienso en Matt, en lo que me dijo y en lo que yo le respondi. Sé que es lo mejor, lo más acertado por mi parte. No busco amar ni busco que me amen, y menos a alguien como el.

¿Acaso no estaría loco si no pensara así?

Estoy dándole vueltas al tema cuando la mujer de mi amigo Hanbin se me acerca.

Me ha dicho Hanbin que no has traído seguridad.

No.

¿Por que?

Me encojo de hombros y contesto con mofa:

-Porque, teniéndote a ti, ¿para qué la necesito?

Al oír eso Nana suelta una carcajada.

Serás idiota —murmura.

Ambos reímos y luego ella pregunta:

¿Te diviertes?

.

Nana  se apoya en la barra.

¿Y por qué no has sacado a nadie a bailar todavía?

Me río. Todos saben lo mucho que me gusta bailar.

-¿Quieres bailar? —pregunto mirándola.

Divertida, ella suelta una carcajada y replica:

A alguien soltero, ¡no a mí!

De momento, mi querida pelirroja, no hay nadie que llame mi atención —murmuro.

Nana asiente y luego dice mirando hacia la puerta:

Uis, ¡fijate, si acaba de llegar Hyerim!

Sigo la dirección de su mirada. Ahí está Hyerim, tan guapa y escultural como siempre. Cuando me ve nos sonreímos, y Nana pregunta:

¿Te gusta Hyerim?

Es mona.

¿Solo mona?

Sonrío con picardía, podría decir muchas cosas buenas de Hyerim, y Nana, al entender mi gesto, murmura:

¡Serás capullo...!

Según la oigo la miro. ¿Me ha llamado «capullo»? ¿En serio? Pero, al ver su expresión de guasa, contesto:

Hyerim y yo simplemente somos «amigos» ocasionales. Ambos lo hemos decidido así.

Ella asiente de nuevo. Acto seguido da un trago a su bebida.

¿Cuándo os vais a España? —quiere saber.

En ese instante Hanbin, mi amigo y su marido, se aproxima a nosotros y agarra a su mujer de la cintura al tiempo que pregunta:

Pelirroja, ¿este pesado te está molestando?

Nana sonríe y Hanbin la besa con cariño en los labios mientras yo los observo con cierta envidia. Lo que él tiene con Nana lo tuve yo con Minjung en otro tiempo..., pero eso ya es pasado.
Adoro a Nana, esa mujer encantadora que ha conseguido que la felicidad llegue plenamente a la vida de mi amigo.

Tranquilo, park... —tercio con mofa.

Los tres sonreímos divertidos.

Viajo a España dentro de diez días —le digo a la pelirroja.

Si hay que perder el miedo a algo, que sea al miedo. MATTWOONG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora