Los siguientes días de rodaje en Madrid con Sunoo y seungmin van bien, aunque en mi mente yo solo tengo a una persona.No puedo dejar de pensar en Matt, y reconozco que sonrío al ser consciente de que los misiles Tomahawk me están destrozando el estómago a mí también.
Pero ¿cómo se le pueden ocurrir cosas así?Por suerte, tanto los actores como el resto del equipo son unos profesionales, y aunque mi humor no es el mejor, todo sale como deseo.
—¡Corten! —grito.
Acto seguido, y como siempre, visualizamos lo que hemos grabado en los monitores y, una vez que damos el visto bueno, digo:
—Toma perfecta, ¡se acabó por hoy!
Como cada día cuando termina el rodaje, todo el equipo aplaude, están motivados, y más aún porque mañana por la noche algunos regresamos a Seúl.
Tan pronto como me quito los cascos y saco mi teléfono para comprobar si Matt ha contestado al mensaje que le envié hace un par de días, me desespero al ver que no lo ha hecho.¿Por qué? ¿Por qué ignora mis mensajes tras lo que ocurrió entre nosotros?
Estoy pensando en ello cuando Sunoo se me acerca con Woongki y suelta:
—Nosotros nos vamos ya, ¡pesado!
Según dice eso lo miro. Entre nosotros hay confianza para eso y más.
-No sé qué te pasa —musita a continuación —, pero espero que cuando regreses de Seúl lo hayas solucionado, porque vaya mala leche gastas últimamente. Y hoy, querido amigo, se puede decir que has rozado ya lo insoportable. ¡Joder, Jiwoong! Que hemos empezado a las ocho de la mañana y son las seis de la tarde...
-I'm sorry, pero le doy la razón, my love apolíneo —afirma Woongki.
No contesto. Y Sunoo indica:
—Me has hecho repetir la última escena doce veces, y, si te soy sincero, creo que la segunda era la buena. Pero, en fin..., ¡tú eres el director!
Lo miro. Sé que hoy no es mi mejor día.
—My love, ¡a ti te pasa algo! —exclama Woongki.
Al oírlo levanto las cejas. Está visto que la ausencia de Matt hace estragos en mi estado de ánimo.
—Siento si el día de hoy ha sido pesado —me disculpo—, pero creedme, el resultado merecerá la pena.
Sunoo y Woongki se miran. Me parece que esperaban otra contestación por mi parte.
—Sin duda el resultado será insuperable, pero tú, my adonis, no estás bien —agrega Woongki.
Suspiro. Resoplo. No me gusta hablar de mi vida privada.
—Por el amor de Diorrrrr —insiste él —, ¿por qué no te quedas con nosotros en Sigüenza con las heteropetardas? Viajar a Seúl
para volver dentro de unos días es de crazies.Sunoo me mira y asiente. Me ha dicho veinte veces que puedo quedarme en su casa, pero yo niego con la cabeza.
—Prefiero regresar a Seúl. Tengo mil cosas que hacer.
Ellos de nuevo intercambian una mirada y luego mi amigo Sunoo cuchichea:
—Oye, mira lo que te digo: en esta vida no todo es trabajar. Así que soluciona eso que te está carcomiendo por dentro o te aseguro que te pondrás enfermo.
Oír eso me hace sonreír y, besándolos a modo de despedida, añado:
—Nos vemos en Sigüenza dentro de unos días.
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Si hay que perder el miedo a algo, que sea al miedo. MATTWOONG
FanficMatthew, ama su trabajo, pero por experiencia sabe que si tiene pareja puede hacerlo sufrir. Jiwoong, el cual después de la muerte de su esposa se cerró en banda al amor. El destino los unirá, y aunque son muy diferentes se atraerán de tal manera q...