3.

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El castaño carraspeo su garganta un poco incómodo.

La eriza se separó del azulado con rapidez, para después salir a abrazar a su amigo.

— ¡Nick! ¡C-Cuanto tiempo! Te extrañe mucho. — Bramó nerviosa, el erizo solo sonrió.

— Me da gusto poder verte de nuevo, pequeña.

¿Pequeña?! — Pensó Sonic con molestia al escuchar el apodo por él que la había llamado.

— ¿E-El viaje fue muy largo?

— Más o menos, no me quejo. Al menos sirvieron buena comida. — Le guiño el ojo mientras le mostraba unos empaques de comida.

Amy soltó una pequeña risita.

— Nunca cambias. — Le sonrió. — Entra, te llevaré a mi casa para que puedas quedarte allí mientras consigues donde quedarte.

— Gracias. — Ambos entraron al auto. — Eh.. ¿Él es tu jefe? — Pregunto viendo al erizo en el asiento del piloto.

— S-Si, es él. Nick, te presento a Sonic, mi jefe.

— También soy tu amigo ¿lo olvidas? — Amy le lanzó casi de inmediato una mirada fulminante para luego sonreír le incómoda a Nick.

— A-Así es.. Sonic es un viejo amigo.

— En ese caso es un gusto conocerte Sonic. Mi nombre es Nick the hedgehog. — Hablo con formalidad, pero esto solo molesto aún más al cobalto.

— Si, igual. — Respondió secamente, para luego encender el auto y empezar a manejar.

— Y.. si puedo preguntar.. — Inicio a hablar nuevamente el erizo. — Ustedes.. ¿están saliendo?

— No.

— Si.

Ambos se miraron.

— ¿Es un si o.. un no? — cuestionó confundido.

— Es un no. — Respondió la eriza.

— ¿Segura? Hace un momento ustedes se estaban-

— ¡Nick! — regañó. — Ya hablaremos de eso.

— Esta bien.. gruñona. — Murmuró lo último, pero Amy lo escucho.

— ¡No me hagas hacerte dormir en la calle!

— ¡Lo siento! ¡solo bromeaba! — alzó sus manos con nervios.

Sonic puso los ojos en blanco.

Durante el resto del trayecto, nadie volvió a hablar. Los erizos estaban comenzando a sentirse un poco incómodos debido a la tensión que reinaba en el interior del auto.

— ¿Y en qué trabajas, Nick? — cuestionó el azulado viéndolo por el retrovisor, con el ceño completamente fruncido. El mencionado solo se rascó la nuca un poco nervioso.

— Soy fotógrafo, pero decidí tomarme unas vacaciones y regresar a la ciudad.

— Interesante. — apretó el volante tratando de controlarse. — ¿Qué intenciones tienes con Amy?

— ¿Eh?! — soltó la eriza, sorprendida al escuchar la pregunta.

— ¿Qué? — preguntó confundido. — Ninguna, solo quise visitar a Amy porque teníamos tiempo sin vernos.

— Claro, me estás diciendo que tú, Nick, un macho soltero, solo quieres visitar a una vieja amiga? — lo miró con ironía.

— Eh, si.

𝑇𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 - 𝑠𝑜𝑛𝑎𝑚𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora