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Prompt: Colmillos.
Sinopsis: KyungSoo sufre en silencio cuando JongIn comienza a esquivarlo y esconderse de él; no sabe lo que está sucediendo y teme una ruptura de su amistad, así que, reuniendo el valor necesario, decide enfrentarlo y exigir respuestas.

Lo que encuentra, sin embargo, es algo totalmente diferente.

. . .

KyungSoo no estaba seguro de lo que ocurría con JongIn, pero había notado un cambio obvio en él.

Su mejor amigo de diez años no tenía la costumbre de parecer constantemente avergonzado ni mucho menos esquivo. JongIn siempre fue un hombre seguro, tranquilo y directo. Era agradable y amable y nunca había dado pie a alejamientos ni desapariciones repentinas. No sin dar explicaciones.

No era propio de él que de repente hiciera todo lo contrario a lo que componía su carácter. Incluso había pensado que sería totalmente lo opuesto ahora que había tenido su primera rutina y sus sentidos y su carácter de alfa se habían agudizado.

KyungSoo se había preparado mentalmente para esto: el orgullo, la ligera arrogancia, los cambios físicos, el tono de voz grave; la posesión... los alfas llegados a la adultez (aquellos que atravesaban la rutina por primera vez) tenían estos cambios por naturaleza, pero JongIn... su JongIn se había convertido en un tímido ratoncillo que se negaba a salir de casa, que rechazaba sus invitaciones para comer o salir y que, al verlo por casualidad, huía.

KyungSoo se sentía abandonado, triste y confundido.

No cree haber hecho nada malo, no realmente. Antes de que JongIn fuera golpeado por su rutina estaban bien. Se habían reunido en su departamento para ver una película y habían comido mucha pizza en su sillón, abrazados, muy acurrucados uno contra el otro. Había sido perfecto. Le había llenado el corazón de calidez y las mejillas de color, y había pensado que tal vez, solo tal vez y por un pequeño instante, sus sentimientos podrían ser correspondidos.

Pero entonces JongIn llegó a la adultez de su raza y con esto vino la indiferencia y un golpe directo a su corazón. Siendo ignorado de esta manera, KyungSoo temía que la rutina le hiciera darse cuenta de que no era lo que JongIn necesitaba.

Era un beta; su cuerpo y su propia existencia no debería ser compatible con JongIn. Él no podía complacer a un alfa, no podría darle hijos, no podría ayudarlo con su rutina. Una unión entre un alfa y un beta terminaba en fracaso en la mayoría de los casos, y él tenía miedo de que incluso su amistad se viera comprometida ahora, cuando las cosas aparentemente habían cambiado tanto.

KyungSoo no estaba seguro de qué hacer exactamente con sus sentimientos. Le dolía el corazón.

Suspiró largamente y luego bebió un sorbo del café que había comprado recientemente; sorprendentemente, por cuestiones de suerte o del destino, KyungSoo captó por el rabillo del ojo al mismísimo Kim JongDae, el hermano menor de JongIn, que caminaba como un gato agazapado entre la multitud.

KyungSoo frunció el ceño y se puso de pie de inmediato. Olvidó el café en la banca en la que se había sentado y caminó lo mas rápido que sus piernas cortas le permitían para poder alcanzar al pequeño alfa escurridizo.

Fue una fortuna que lo haya conseguido. Lo tomó por el cuello, ignorando completamente la regla de no tocar de los omegas y los alfas remilgados, y lo atrajo a su cuerpo hasta que sus ojos se encontraron.

JongDae pareció entrar en pánico al verlo y una sonrisa nerviosa tembló en la esquina de sus labios. Mientras tanto, KyungSoo apretó su agarre y lo miró con juicio.

—Ah... hola, ¿c-cómo estás, KyungSoo-hyung?

—No nos vayamos por las ramas, Dae, tú y yo sabemos cómo estoy y quién es el responsable, ahora suelta todo lo que sabes y dime qué carajo está pasando con JongIn.

Tú (en todos los universos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora