CAPITULO 1

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“Cuando ya es imposible para nosotros cambiar una situación,
el reto es cambiarnos a nosotros mismos.”

Victor E. Franki

A veces Satoru hechaba de menos a su viejo yo,si demasiado para ser verdad,extrañaba la paz mental y su rebeldía.Sin embargo lo último lo llevo a esta situación,¡oh si! Gojo estaba más que metido entre toda esta mierda a causa de sus acciones...

Con mucha frecuencia tenía terrores nocturnos,o como a el,le gusta decir reviviendo el recuerdo,levantarse en las madrugadas gritando empapado de sudor,era desagradable y con el corazón a punto de salir de su pecho..eran cosas que le pasaban al nuevo Satoru.

Las citas al psiquiatra,ayudaron un poco,sus padres no reparaban en gastos en ellas.Los medicamento lo mantenían en calma,o quizás sería por lo drogado que estaba.

Sus papás habían tomado la decisión de mandarlo a mudarse a la Cuidad de Tokio,dijeron que sería agradable ir a visitar a su primo Yuuta y tratar de cambiar de aires.

Bueno tal vez no era mal idea,tenía buenos amigos en Tokio.Nuevo comienzo,era ora de cambiar de página.Nadie dijo que sería fácil,el tratar de recomponer su vida, cuando fuiste la víctima de un psicópata que era un asesinó en serie...si realmente Satoru Gojo es el soldado favorito de Dios.

Realmente su confianza en las personas había bajado de 100% a un 0%,no le gustaba que lo tocaran ya sea tan siquiera para pedirle la bendita hora o saludarlo,solía llegar a ser agresivo y por consecuencia moler alas personas a golpes.Si después de ser agredido,se metió a clases marciales de Wing Chung y Muay Thai,si su grado de mentalidad había llegado a ese extremo,nadie más lo lastimaría como lo hizo es maldito salvaje,no antes de matarlo primero.

Y como fue que sucedió la agresión,bueno todo comenzó....

".

(! Advertencia violencia explícita y violación,leer bajo su propia riesgo!)
















(Un año antes).

Dormir por aburrimiento sólo puede durar un tiempo. Satoru levanta la cabeza entre las lujosas y mullidas almohadas y mira por encima de ellas hacia la amplia sala de estar. Muebles blancos inmaculados, una lámpara de diseño única de un anciano artesano en Francia y esculturas sobre pisos de mármol. Todo es magnífico e impecable, gracias a su personal, pero todo es... aburrido.

Cuarenta y ocho horas después de su arresto domiciliario, Satoru ya está ansioso por redecorar. Quizás lo haga. Tiene mucho mucho tiempo y mucho muchos ingresos prescindibles. Con un resoplido, se levanta de su sofá y se dirige a la cocina a tomar un vaso de… jugo de granada rojo, claro. A pesar de cuántas veces ha dicho que no bebe, todavía recibe botellas de vino como obsequio a montones. Su bodega está repleta de cosas que nunca consumirá. Realmente debería empezar a regalar.

Satoru se queda con el borde del vaso presionado contra sus labios y la mirada inerte en los remolinos naturalmente incrustados en sus encimeras.

De lo que Satoru aún no se ha dado cuenta es que al otro lado de la ventana del piso al techo, alguien lo está mirando.

Verlo dormir, verlo beber su vino falso.

Una figura envuelta en un sudario se encuentra en medio del camino de piedra que atraviesa su jardín. Escondido entre estatuas y fuentes de agua en posturas provocativas. Él encaja perfectamente con los ángeles. Igual de quieto. Contraposto. Cabeza inclinada hacia un lado.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2023 ⏰

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