¡Caramelo!

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¿Y AHORA QUE LE REGALO?

¡El amor! Es algo muy bonito... ¿No creen? Pero a la hora de la verdad... ¿Cómo describir el amor? Todo ya está dicho... ¿Y para un regalo? Todo lo que digas o hagas es lo que han dicho y hecho miles y miles de personas. Entonces... ¿Cómo ser original?

—¿Rosas? Muy visto... ¿Una carta? También muy visto... ¿Una canción? ¡Por favor! Ni sé cantar, ni sé escribir una canción... ¡Cómo odio el día de San Valentín! —gritaba desesperado un Erick ya cansado de todos los años tener que pensar algo para San Valentín. No es que no le gustara su querida Silvia. No, todo lo contrario. Él la amaba con locura, por eso su regalo tenía que ser completamente genial—. ¿Qué puedo hacer...?

* * *

—Nelly, sabes que te quiero mucho y eso... —le decía Silvia a su amiga.

—Sí, ya lo sé. ¿Qué quieres? —preguntaba directamente. Su amiga le había invitado a tomar algo juntas, y lo pagaba ella. Lo que quería decir que sin duda había gato encerrado.

—¿Me ayudas a pensar algo para Erick? Por favor...

—Por Dios... ¡Aun no sé ni que regalarle a Mark!

—Te he pagado tu Coca-Cola...

—No te lo he pedido...

—Te he soportado todos estos años...

—Vale, eso sí que tiene merito... Te ayudaré.

* * *

Ahora el moreno iba de tienda en tienda buscando algo... Una cajita. Si, una cajita. Pero no una cajita cualquiera, no. Una cajita con mucho significado. No era la caja lo importante, ni mucho menos... Era su interior. Hasta que al fin... Lo encontró. Encontró lo que buscaba.

—Creo que esto le gustará a Silvia... Ahora a pensar el otro regalo.

—Besa, besa, besa, besa, besa, besa, con un toque de ternura... —sonaba en un local que estaba cerca. Era la canción de "Caramelo" de Pablo Alborán.

—Enserio, como odio a Pablo Alborán... No puedo entender como a Silvia le encanta... Sobretodo esta canción...

Ahí fue cuando se le encendió la bombillita a nuestro querido centrocampista Erick Eagle.

* * *

—¿Qué le gusta a Erick? —preguntó Nelly.

—El fútbol.

Nelly le miró con cara de: "Esta es tonta".

—¿Algo nuevo?

—Es que el fútbol es su mayor pasión... Lo da todo por él.

—Otro Mark Evans por lo que veo... ¿Por qué no le regalas un álbum con todos sus recuerdos? Y fotos tuyas y de él.

—Mmm... ¡Vale! ¡Perfecto! —decía mientras salía corriendo en busca de un álbum bonito y fotos.

—¡E-Espera! ¡Ayúdame con mi regalo con Mark! —gritaba, aunque era inútil, Silvia estaba demasiado lejos para escucharla—. De nada...

* * *

San Valentín se acercaba y ya pronto habría que intercambiar regalos. Me pondría a describir lo que se regalaron Nelly y Mark entre ellos, pero... ¿A quién le importa? Nuestros protagonistas son Erick y Silvia.

Los días antes de este gran acontecimiento no se vieron en ningún instante. Tenían miedo de que se descubrieran los regalos mutuos, y a ninguno pareció importarle porque estaban obsesionados con aquel día. Sobre todo Erick...

* * *

Oh si... El día del amor. Nuestro querido San Valentín. Al fin llegó la hora de intercambiar regalos, así que quedaron en el sitio con más recuerdos, el sitio donde se sentaron una vez los cuatro amigos cuando se reencontraron: La ribera del río.

—Las damas primero...

Silvia sacó algo envuelto en un papel azul, Erick lo abrió y se encontró con un álbum dónde la portada salía él con su equipo, fue mirando su interior hasta el punto de cerrarlo porque iba a empezar a llorar, y en su regalo debía estar muy contento. Así que se arrodilló y sacó la cajita que tanto le costó encontrar.

—Silvia. No sabía que regalarte, así que al fin me decidí, y como mejor regalo quise hacerte esta pregunta... Silvia Woods. ¿Aceptarías a este loco jugador de fútbol como legitimo esposo?

—S-Si... —dijo como pudo, estaba llorando como una posesa. Pero eran lágrimas de alegría—. ¡Si quiero! —dijo abriendo la caja, y en ella escuchó la canción. Su canción favorita.

—Besa, besa, besa, besa, besa, besa, con un toque de ternura...


¿Y ahora que le regalo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora