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A pesar de que no había clases, Snowy les informó que irían a una de las zonas que pertenecía a la agencia para relajarse y descansar la fatiga.

El viaje no fue exactamente lo que muchos de ellos esperaban. Algunos se marearon debido al movimiento del barco, mientras que otros enfrentaban la realidad de que no todos aguantaban estos viajes. Los sonidos de arcadas y lamentos resonaban en la cubierta, creando un paisaje sonoro inusual para un viaje que se suponía ser relajante.

En medio de este caos, una compañera de clase se acercó a Sayuri, buscando distracción de la situación. Con una sonrisa amistosa, comenzó a conversar de cualquier cosa, convirtiéndose en una pequeña calma en medio del tumulto.

—¿Qué crees que haremos una vez allí, Fujimoto? —preguntó ella, mientras el yate se balanceaba suavemente.

—El profesor no dio muchos detalles, pero me imagino que descansaré un momento para recorrer el lugar. —Ella asintió, compartiendo la misma idea.

A medida que se acercaban a la isla, los detalles se hacían visibles en el horizonte. La isla, imponente y exuberante, recordaba mucho a esa famosa isla artificial, desencadenando un murmullo de asombro entre los estudiantes.

—Se parece mucho a I-Island— murmurando, Sayuri mira sosteniéndose de la baranda.

—Escuché que fue construida por las mismas personas que construyeron I-Island— Miko, siempre observadora, compartió una interesante información.

Sus palabras agregaron un nivel adicional de emoción a la experiencia. La isla no solo prometía un respiro, sino que también se asociaba con la excelencia en diseño y construcción.

El profesor Snowy, notando la mezcla de emociones entre los estudiantes, se acercó para tranquilizarlos. —Esta isla es nuestro propio paraíso de entrenamiento. Aquí, podrán relajarse, pero también participarán en actividades que fortalecerán sus habilidades y trabajo en equipo.

En medio de las conversaciones y la expectación, la atención se desvió hacia Nico, quien, al parecer, todavía estaba lidiando con las consecuencias de no seguir las recomendaciones.

—¿Cómo está Nico? —preguntó alguien preocupado.

Miko, con su habitual tranquilidad, respondió: —Aún se siente mareada. Al parecer, también comió algo pesado antes de zarpar.

Otro estudiante comentó, en tono de regaño: —Nos dijeron que no comiéramos nada antes de llegar.

La respuesta de Miko fue acompañada por una pequeña sonrisa. —Ya la conoces, a veces puede ser bastante testaruda.

Después de atracar, los estudiantes descendieron del yate, algunos aún un poco tambaleantes por el mareo. Sin embargo, la belleza de la isla y la promesa de un tiempo de calidad sirvieron para levantar los ánimos.

Llegar al hotel fue un alivio para Sayuri después de la travesía en el barco. Aunque no lo quería admitir, el suave balanceo del barco le había dejado un tanto mareada, y la comodidad del hotel era lo único que deseaba. La cama era lo único en su mente.

Tirándose hacia la cama con un suspiro, a Sayuri se le antojó la idea de una siesta rápida. Sin embargo, la vista desde la ventana capturó su atención. Los rayos del sol se filtraban a través de las cortinas, iluminando la isla con un hermoso resplandor. Los edificios modernos y las instalaciones de entrenamiento creaban un paisaje futurista y único.

—Quizás después de una pequeña exploración... —murmuró para sí misma, dejando la idea de la siesta para más tarde.

Decidiendo que sería mejor aprovechar la oportunidad para conocer el lugar, se levantó de la cama, recogió sus pertenencias y salió del hotel. La brisa acariciaba su rostro mientras caminaba hacia el exterior, absorbiendo la energía y la serenidad del entorno.

Mis héroes ||Boku ni hero academia||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora