Tres pasos y caigo

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Los religiosos dicen que el reino de dios espera a aquellos que siguen su camino, pues creo que un dios nada justo conmigo no pertenece a mis oraciones y súplicas.

Porqué debería escucharlo, si él no me escucha a mi?

Mis pies desnudos tocan la punta de los zapatos de Matt y levanto mi vista hasta su rostro. Él que no ha dejado de mirarme cierra su boca con fuerza, debe dolerle la mandíbula por la fuerza que pone al cerrar la boca por completo. Sin embargo no es algo que deba importarme, no ahora. No nunca.

Si le molesta tenerme cerca deberá acostumbrarse mientras estemos en este enredo. Mientras tenga que rescatar a mi hermana.

¿Qué tan loco es ver a una mujer desastrosa, descalza y con sangre en sus manos bailar al son de la música?

Parece que a nadie aquí le interesa.

Repito en mi cabeza el sonido de mis pasos. Uno...dos...tres. Y repite. Se que Matt intenta no tropezar contra mis pies descalzos porque no sabemos cuando correremos lejos de todos estos locos, pero tampoco quiero depender de él así que repito los tres números en mi cabeza intentando ser cuidadosa.

Pasa una eternidad cuando la música termina y todos nos separamos de nuestras parejas de baile aplaudiendo... como si todo estuviese bien. Como si nada de esto fuera extraño.

 — ¡Felicitaciones!, han sido la pareja más amorosa de esta reunión.

Maldito viejo asqueroso. Creo que hay una gran posibilidad en que nuestro presidente no sea hijo bilógico de este tipo.

Pongo una sonrisa en mis labios y me giro a mirarlo, Matt por su parte sostiene mi mano con más fuerza que antes. 

Lily está esperando una sola señal nuestra para entrar en este sitio y volarlo de ser necesario.

— Lastima por tu atuendo - dice mirándome de arriba a abajo sin intentar ocultar sus sucias intensiones. 

La mano de Matt se tensa y pone más fuerza en su agarre lastimándome. No creo que sea consiente de eso y no intento alertarlo. Estamos bajo mucha presión si no sabemos a lo que nos estamos enfrentando.

— No tiene porqué disculparse, su ...pareja era distinta.

Veo como sus ojos cambian, pero su expresión se  mantiene íntegra.

— No esperaba eso de ella - casi parece decirlo de verdad — era una chica dulce y bonita. Casi como lo eres tú.

¿Dulce y bonita?, soy más que eso.

—Lamento haber arruinado este momento.

Digo como si fuese mi culpa encontrarme a cada loco desde el día de mi nacimiento.

La risa del tipo llena el salón, pero no detiene las conversaciones ruidosas a nuestro alrededor.

—Nos has dado un grato momento. Y es por eso que mi gran amigo Abraham quiere darles una sorpresa.

¿Más sorpresas? Debió ser demasiado divertido ver a una mujer bailar con sangre en su cuerpo. 

Intento evitar pensar en el olor a hierro que llena por completo todo mi vestido. No necesito que mi razón se nuble ahora, pero siento claramente como la sangre empieza a secarse contra mi piel y se siente asqueroso.

No entiendo como todavía puedo resistir el deseo de salir corriendo de este sitio.

—Cumplimos con nuestra promesa. Me gustaría llevar a mi pareja a un descanso reparador.

Matt le sonríe al hombre como si fuesen amigos de mucho tiempo reencontrándose por casualidad.

—Me gustan los hombres que cumplen con sus promesas, pero como te dije antes muchacho, Abraham se ha sentido mal por todo lo que ha sucedido y les tiene un presente.

La Alianza  #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora