Antes De Ti [ Yoonmin ]

capitulo 21

[Narradora]

Yoongi estaba justo detrás de Jimin, olía su cabello a frutos dulces y su piel con aroma a vainilla, disfrutaba su aroma tan dulce, tan exquisitamente delicioso, que despertaba deseos en él de arrancarle la ropa a su ángel y restregarse en su cuerpo desnudo, para impregnarse de su aroma

acaricio sutilmente con las yemas de sus dedos los brazos de Jimin, desde sus hombros hasta sus muñecas, tan lentamente, maravillandose con la suavidad de su piel, tan fresca y tersa, como la de un bebé

Observó su piel tan clara y limpia, sin marcas ni arrugas, amando su piel nivea tan blanca como la nieve

Lo giro para tenerlo frente a frente y se perdió en esos ojos grandes y grises, mierda le gustaban tanto que podría durar horas, días, semanas, meses y años mirándolo sin aburrirse, miro sus largas y rubias pestañas adornando sus bellos y hermosos ojos haciéndolos lucir más profundos y llamativos

Su mirada bajo a su pequeña nariz respingada, en este momento tenía un color rosita en la punta y era por frío ó de tanto llorar que quiso tanto besarla pero se contuvo

Y su mirada bajo a sus malditos labios, esa preciosa boquita en forma de corazón, sus labios abultados y carnosos de color rojo natural, su color preferido

- ¿porque eres tan malditamente, hermoso?- pregunto con voz ronca haciendo vibrar el cuerpo y corazón de Jimin

Yoongi no entendía como podía ser Jimin tan perfecto y único a sus ojos, desde que lo miro por primera vez le robo el aliento, se metió en su cabeza y después en su corazón, ¿Cómo rayos tenía que actuar ? Se preguntaba Yoongi así mismo, si comenzaba a sentir algo donde se supone no tenía nada... Siiiii señores hablamos del corazón....

Yoongi levantó su mano y acaricio la mejilla de Jimin y este serró los ojos,  disfrutando las caricias de su amado Yoongi

Yoongi con su pulgar acaricio el labio inferior de Jimin, paso su dedo de izquierda a derecha unas tres veces muy despacio, disfrutando la textura de esos esponjosos labios de cereza

Retiró su mano y soltó el aire retenido, en su cabeza se debatía que debía hacer con su ángel, se alejo de él y camino al bar para servirse un trago y relajarse

Tomo un trago y cerró los ojos con frustración, Dios, tenía sentimientos encontrados, ¿amaba a su precioso ángel? claro que sí, pero también odiaba amarlo tanto porque eso lo debilitaba, estando con el cambiaba tanto y perdía el control de si mismo, volviéndose alguien irreconocible

Jimin no se movió de su lugar, tampoco giro para mirar al pelinegro observarlo desde la barra, sentía su mirada atravesarlo, pero no volteo, no podía, tenía vergüenza y miedo

Vergüenza por su actitud y miedo por las consecuencias que eso le pueda traer.

Amaba a Yoongi y sabía muy bien que quería estar a su lado, pero Yoongi es un hombre libre y así no estába dispuesto a ceder, Jimin lo quería completo y solo para él, y si no, mejor alejarse y tratar de ser feliz con otra persona, oh en el peor de los casos, solo.

Yoongi miraba a Jimin de arriba abajo, sin perder un solo milímetro de su escultural y hermoso cuerpo, recordando como aquella noche lo hizo tan pero tan suyo, donde Jimin solo gemia y gritaba su nombre para él

Yoongi debía tomar una decisión, una donde se asegure de tener a su ángel solo para él y para nadie mas, pero antes pensaba cobrarle el mal rato que le hizo pasar su precioso y travieso ángel

Sonrió un poco por recordar el descaro con el que Jimin se dejaba tocar frente a él con otro hombre, siendo que él es su dueño.. negó con su cabeza y se trono el cuello y dedos para relajarse más

Yoongi estaba seguro de que a Jimin, hay que recordarle a quien pertenece

Arrastro una silla a la sala, frente al sillón individual y fue por su ángel

Jimin escucho el ruido de la silla y por el rabillo del ojo miraba a Yoongi llevándola hacia la sala, ya que la sala quedaba del lado derecho donde se encontraba Jimin y pudo observar cuando Yoongi se dirigía a el

Yoongi se colocó delante de Jimin y tomó su mano con delicadeza, guiándolo hacia la silla donde lo hizo sentar con sumo cuidado, mientras Jimin obedecía sin objeciones.

Yoongi aflojó lentamente su corbata mientras miraba fijamente a Jimin, quien se sintió tan atraído por la sensualidad de la escena que no pudo evitar morder sus labios y derretirse ante la presencia de Yoongi.

Yoongi tomó las manos de Jimin, quien se tensó ligeramente. En un acto de dominio, colocó las manos de su ángel detrás de la silla y las ató con su corbata, asegurando que no pudiera soltarse y quedara sujeto a la silla. 

Yoongi se sentó frente a Jimin en el sillón individual de cuero negro.

Lentamente desabrochó los botones de las muñecas y se arremangó la camisa hasta el codo, manteniendo su mirada fija en el rostro de Jimin. Con las piernas abiertas, le preguntó:

— ¿Estás listo para tu castigo, ángel? —

Jimin abrió los ojos sorprendido, paso saliva y asintió sin decir palabra, mientras Yoongi sonreía con satisfacción.