Omegacember Veneria~

gruñido

Es miércoles por la mañana, los pajaritos cantan, el sol brilla, hay una tenue brisa con ligeros olores primaverales.

Y nuestra parejita está en su casa viendo una película muy relajadas.

Siria está semi-acostada y viendo la televisión mientras acaricia el cabello de su novia, que se aferra a su cintura al estar acostada entre sus piernas como si fuera un koala.

Venezuela es muy.. cariñosa por decirlo asi, y cada que puede, restrega la cara en abdomen de su novia, que no está marcado exageradamente, pero si se nota su fuerza.

Cada vez que Vene hace eso, a su novia le da un escalofrío desde lo profundo de su columna vertebral, y suelta uno que otro suspiro.

Venezuela solo para jugar, metió su cabeza bajo la blusa de su novia, y se quedó ahí sin moverse.

Siria agradece que no la vea, está mas roja que un tomate, intento enfocar su mente en otra cosa hasta que la latina dió un besito inocente en su abdomen.

Soltó un suspiro, no le gustaba que la latina besara ahí, le daba cosquillas y además es muy sensible en esas zonas.

La latina volvió a sacar su cabeza de la blusa y enfoco su vista en el televisor de nuevo.

La Siria suspiro con alivio y se quedó mirando la televisión.

Luego de unos minutos, la latina se sentó a ahorcadas en las piernas de la siria, y está confundida solo pone las manos en la cintura de la chica.

—Que mosco te pico?—  sonríe y la latina rebota emocionada, como si fuera una niña.

— Quiero jugar, estoy aburrida— la latina hace un pucherito, y la siria la besa.

—Que quieres hacer? Soy toda odios— ella sonríe y la latina piensa un momento.

Ok, dejemos algo en claro, la latina a veces se le ocurren cosas raras, y otras veces se bloquea, así que solo pensó por unos segundos y respondio.

—Jugamos prendas?— y ahí Siria se arrepintió de a ver dicho eso.

Se sentaron en el suelo, con una botella vacía en medio.

Pasaron los minutos y ya la latina no llevaba ni camisa ni medias, y la latina solo se quitó la camisa, se reían un poco cada cierto tiempo.

En un movimiento rápido, la latina volvió a estar en las piernas de su novia, y está tomó su cintura, y la veneca empezó a besar el cuello de la Siria, y está empezó a gruñir, ya que no le gustaba que le dieran besos hay, por que es muy sensible.

Apretó las caderas de su novia e inconscientemente abrió más su cuello para que la latina hiciera lo que quisiera.

Resivio una ligera mordida, y dio otro gruñido bajo, y miro a la latina que sonreía.

Se toco el cuello y se dio cuenta de que las marcas de la latina dolían al tacto, y ella estaba orgullosa de hacer esas marcas, y la mayor estaba feliz de llevarlas